Necesidad de la reparación de la membrana interósea en la lesión de Essex-Lopresti

Resumen

La lesión de Essex-Lopresti se define por la inestabilidad longitudinal del antebrazo secundaria a la lesión de la articulación radiocubital distal (RCD), la membrana interósea (MI) y la cabeza del radio. En la actualidad existe un importante debate respecto al tratamiento, especialmente en fase crónica, de esta lesión. El principal motivo de discusión se centra en la conveniencia de reconstruir o no la membrana interósea. Presentamos un proyecto de investigación basado en ensayos realizados en cadáver con el objetivo de intentar aportar luz sobre esta cuestión. Se emplearon 26 antebrazos de cadáver que tras ser desprovistos de piel, tejido celular subcutáneo, músculos y tendones, fueron repartidos de forma aleatoria entre 3 grupos de ensayo: un primer grupo control donde las tres estructuras estabilizadoras longitudinales se encuentran intactas (cabeza del radio, RCD y MI); un segundo grupo donde se lesionaron la articulación RCD y la MI, para luego sólo reconstruir la articulación RCD mediante una ligamentoplastia con tendón extensor indicis propius; un tercer grupo igual al segundo, pero en el que también se repararon la banda central de la MI utilizando una plastia de hemi flexor carpi radialis. Las plastias tendinosas utilizadas en el segundo y tercer grupos de ensayo se fijaron al hueso mediante tornillos interferenciales metálicos. Los antebrazos fueron sometidos a un ensayo de cortadura mediante un dispositivo de tracción, donde el cúbito y el radio se desplazan en sentidos opuestos a una velocidad constante. Dada la variabilidad de tamaños entre los especímenes, se reprodujo el mismo ensayo sobre réplicas de antebrazo fabricadas en poliuretano y cables de poliamida a modo de ligamentos. Todos los ensayos fueron grabados en vídeo. Del procesado de las imágenes de vídeo junto con los datos recogidos durante los ensayos, se pudieron obtener la rigidez y la resistencia de las diferentes construcciones ejecutadas en los tres grupos de ensayo. Finalmente pudimos concluir que, de media, la construcción que incluía la reconstrucción de la articulación RCD y la MI presentó una rigidez y una resistencia un 30 por ciento superior respecto al grupo donde solo se reparó la articulación RCD.