Refugiados climáticos y el cambio social en los territorios de frontera

  1. RIVILLO TORRES, JESUS
Dirigida por:
  1. Miguel Angel Sobrino Blanco Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 09 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. José Luis Piñuel Raigada Presidente
  2. Ildefonso Soriano López Secretario
  3. Ángela de Rueda Úbeda Vocal
  4. Fernando Martín Gil Vocal
  5. Carlos Horacio Lozano Ascencio Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 142235 DIALNET

Resumen

Los impactos del Cambio Climático están modificando el paisaje de grandes áreas geográficas, disminuyendo el acceso al agua potable, a la producción de alimentos y provocando el incremento de conflictos violentos. Ello obliga a grandes grupos de población abandonar involuntariamente sus lugares de residencia. Hecho que está en el origen de los cambios y conflictos económicos, sociales y naturales que se ocasionan tanto en los espacios de salida como de acogida. Las singularidades y los acontecimientos que concurren en los refugiados climáticos y en sus territorios de procedencia, coinciden con las circunstancias que se recogen en el Estatuto del Refugiado firmado en Ginebra en 1951. Los organismos internacionales y los países de muy alto Índice de Desarrollo Humano (IDH elaborado por el PNUD) al no considerarlos como tales, están negando la protección a decenas de millones de personas especialmente vulnerables: mujeres, niños, colectivos dependientes y poblaciones indígenas. De igual modo supone, por una parte, que la necesidad de salir de sus localidades de origen, les hace frágiles a los traficantes de personas, a los grupos armados o a los policías corruptos. Y por otra, son dependientes, durante los desplazamientos y en los lugares de acogida, de las organizaciones no gubernamentales para que les faciliten alimentos, agua potable, ayuda sanitaria y vivienda. Los territorios de acogida son fronteras interiores en las regiones deprimidos que ejercen funciones de litoralización. Lo que supone impedir migraciones hacia los países con un alto o muy alto Índice de Desarrollo Humano, dejando como única posibilidad la permanencia o el regreso a los lugares de origen. Simultáneamente, para evitar su llegada, los gobiernos de la Unión Europea y Estados Unidos están implementando una serie de estrategias tales como: financiación de programas de cooperación condicionados a políticas de restricción de las migraciones; campañas de comunicación destinadas a difundir las escasas posibilidades de acogida; o el establecimiento de controles policiales propios en los territorios frontera. Todo ello con la finalidad de detectar y detener en origen los desplazamientos humanos. Las representaciones sociales que condicionan la convivencia de los refugiados climáticos en los territorios frontera se concretan en un imaginario colectivo de: ser desplazados por la contaminación y los desastres ambientales, el discurso del miedo como mediador de las relaciones administrativas y con los controles policiales y el residir en unos espacios urbanos carentes de infraestructuras, servicios y viviendas. Por su parte, los colectivos de residentes construyen un discurso centrado en la carencia de acciones legales y policiales que detengan la llegada masiva de refugiados climáticos, para evitar el deterioro de sus formas y condiciones de vida. Los efectos del cambio climático no distinguen si el paisaje y las comunidades humanas son de regiones o países con más o menos IDH, pero las respuestas, la resiliencia y los modelos migratorios, son muy diferentes según el nivel IDH. Por tanto los impactos, las vulnerabilidades y las adaptaciones, ante las catástrofes ambientales del Cambio Climático, permiten que unos grupos sociales sobrevivan y otros no. Se han considerado como casos-escenarios: Nairobi (Kenia) Kigali (Ruanda) Nuakchot (Mauritania) la comunidad originaria Aché (Paraguay) y Antofagasta (Chile).