El papel de la palabra poética en el proyecto filosófico de Heidegger y en la hermenéutica de Gadame

  1. Gazmuri Barros, María del Rosario
Dirigida por:
  1. Ramón Rodríguez García Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 13 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Juan José García Norro Presidente
  2. Carmen Segura Peraita Secretaria
  3. Alejandro Gustavo Vigo Pacheco Vocal
  4. Irene Borges Duarte Vocal
  5. Diego Sánchez Meca Vocal
Departamento:
  1. Lógica y Filosofía Teórica

Tipo: Tesis

Resumen

La crítica heideggeriana al modo como la filosofía ha desarrollado su reflexión ha marcado de modo definitivo el rumbo de la filosofía contemporánea. Heidegger no sólo desarrolla la crítica, sino que se aboca a la tarea de reelaborar la pregunta que dio a luz a la filosofía: la pregunta por el ser. Esta intención se mantiene a lo largo de toda su trayectoria, pero los derroteros por los que transitará darán un giro en la medida en que después de Ser y Tiempo tome conciencia de que en tanto el Dasein se erija como lugar de la apertura del ser, la metafísica del sujeto no puede ser definitivamente abolida. Será la obra de arte la que le permita un nuevo intento, aunque no encuentre en ella la última palabra de su proyecto. Su encuentro con la poesía de Hölderlin será determinante, pues desde el poema irá descubriendo que no solo se ha reducido, desde la praxis científica, la noción de verdad, sino que tal concepción ha determinado el mundo en el que habitamos. A partir de estas reflexiones los escritos sobre la palabra y el habla tomarán un nuevo matiz: desde la esencia de la palabra buscará recuperar la verdadera apertura del ser. En este punto entroncan dos líneas: las reflexiones sobre la cosa y las que versan sobre la palabra misma. En esta confluencia nuestro autor intentará la recuperación del pensar y el habitar propiamente humanos. La tarea que nos hemos propuesto, en lo que a Heidegger se refiere, es descubrir qué papel juega el lenguaje en su proyecto. Específicamente, qué papel juega la palabra poética: por qué el poema es el lugar del ser en el último Heidegger. Y eso, partiendo de las premisas sobre el lenguaje que él delinea ya en Ser y Tiempo. Y, desde las respuestas alcanzadas, descubrir por qué son los poetas lo que están llamados a instaurar lo que queda. Por su parte, Gadamer elabora su filosofía hermenéutica haciendo de la palabra el centro de su reflexión. Su intento filosófico toma impulso desde una crítica a la idea cientificista de verdad. Su proyecto, aunque se alimenta del de su maestro, tiene un objetivo propio: abrir la noción de verdad hacia experiencias que la noción metódica de verdad ha relegado. En Verdad y Método, la ontología de la obra de arte se erigirá en centro que vertebra toda su reflexión, y desde ella pretende mostrar cuánto de acontecer hay en toda comprensión. A diferencia de Heidegger, el arte es punto de partida y es el que fecunda su reflexión. Por otra parte, la palabra es también central en su Hermenéutica, en tanto él afirma la lingüisticidad de toda comprensión. Toda comprensión es interpretación, y la interpretación se realiza en el medio del lenguaje. Ahora bien, en su investigación sobre la palabra, encontramos varias referencias a la palabra poética, en la que se conjugan lingüisticidad y arte. Sin embargo, el poema no se erige, como para Heidegger, en lugar del ser, ni tampoco pareciera que se erija, de modo explícito, en paradigma de toda palabra. Si la ontología de la obra de arte es paradigma de toda ontología, sería de esperar que la palabra poética lo fuera de toda palabra. Para poder resolver esta cuestión hemos realizado el recorrido por el arte y por la palabra, para dar con el poema como punto de fuga. La tercera parte de este trabajo ha mostrado, desde la comparación de ambos análisis, la peculiaridad del pensamiento de Gadamer respecto del de Heidegger. Desde ella, no solo se pretende dar cuenta de la distancia respecto de su maestro, sino también descubrir por qué dos trayectorias de pensamiento que beben de la misma inquietud inicial acaban por dar respuestas tan diversas a la cuestión de la tarea de la filosofía: Heidegger ha declarado el fin de la filosofía. Para Gadamer, aún tiene mucho que decir.