Calidad de vida en pacientes con tumores cerebrales
- Juan Antonio Barcia Albacar Director
- María Eugenia Olivares Crespo Directora
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 18 de diciembre de 2015
- Francisco Javier Labrador Encinas Presidente
- Juan Antonio Cruzado Rodríguez Secretario
- María Dolores Martín Díaz Vocal
- Juan Manuel Sepúlveda Sánchez Vocal
- María de la Fe Rodríguez Muñoz Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El presente trabajo se incluye dentro del limitado número de investigaciones que analiza la calidad de vida y las variables psicológicas más importantes de los pacientes con glioma de forma previa a su exéresis quirúrgica. El objetivo general fue determinar el efecto del tumor en los aspectos psicológicos más relevantes de estos pacientes, sin la influencia de otros factores. Posteriormente se pretendió conocer cómo evolucionan estas variables psicológicas una vez que la situación clínica de los pacientes cambia por la aplicación de exéresis quirúrgica para resección del glioma y la adición de los tratamientos oncológicos adyuvantes. Para ello se diseñó un procedimiento de evaluación de la calidad de vida específica de tumores cerebrales dentro del enfoque psicométrico. La evaluación de los síntomas de ansiedad y depresión se realizó con la escala HADS, para solventar la infravaloración de la prevalencia de estos síntomas en pacientes con cáncer. Y en la evaluación neurocognitiva se incluyeron los mismos procesos que el resto de estudios revisados, sin ceñirse exclusivamente a las funciones asociadas a las áreas del glioma. Los instrumentos seleccionados cumplen los criterios óptimos de validez y fiabilidad. Entre los resultados más relevantes se observo que desde el primer momento las dimensiones de mayor afectación de la calidad de vida eran la familiar-social y la funcional. La menor satisfacción con el apoyo social percibido y la disminución de la actividad funcional parecen determinar la calidad de vida global de estos pacientes. Esta información es de gran relevancia clínica ya que deberá ser considerada en la planificación de las intervenciones de carácter psicosocial. Además, el empeoramiento de la calidad de vida física y el mayor número de síntomas neurocognitivos y conductuales específicos coincidió con la aplicación de los tratamientos oncológicos, que podrían ser los responsables del descenso en la calidad de vida en estas dimensiones. Respecto a la ansiedad y la depresión, el número de casos clínicos para los segundos es similar o incuso superior a los aportados en población oncológica, ya que a los seis meses de la cirugía superan las cifra del 20%. El comportamiento de los síntomas de depresión fue similar en los seis primeros meses de enfermedad, sin observarse cambios significativos. Para la ansiedad, se halló un menor número de casos clínicos que en la literatura revisada y se confirmó una disminución progresiva de sus síntomas después de la cirugía. Los resultados más relevantes de las variables neurocognitivas pusieron de manifiesto que el propio tumor afecta a su rendimiento, ya que de forma previa a la cirugía todos los pacientes mostraban un funcionamiento menor a sus valores normativos. Los porcentajes de déficits clínicos indicaron una elevada variabilidad, que sugiere que el tumor y los tratamientos asociados no influyen por igual a las funciones neurocognitivas, siendo el proceso más deterioro la atención alternante. En líneas generales para los pacientes con gliomas de bajo grado no se observaron cambios en los dominios neurocognitivos después de la cirugía; mientas que en gliomas de alto grado se presenció un empeoramiento en procesos atencionales y ejecutivos y una mejora en memoria visual. La relación entre la calidad de vida, los síntomas de ansiedad y depresión y el rendimiento neurocognitivo se demostró desde el momento inicial y adquirió una mayor fuerza seis meses post-cirugía. Además, los síntomas de depresión y el rendimiento en algunos dominios neurocognitivos iniciales predecían la calidad de vida global y la relativa a las dimensiones funcional y específica a los seis meses de la cirugía. Futuras líneas de investigación deberán soslayar los problemas metodológicos del presente estudio, referidos al limitado tamaño de la muestra, la ausencia de grupo control y variabilidad de los tratamientos oncológicos de la muestra.