Memoria y amnesiasobre la historia reciente del arte en Chile : 1976-2006

  1. WILLIAMSON BENAPRÉS, LUZ MARIA
Dirigida por:
  1. Mariano de Blas Ortega Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 21 de febrero de 2014

Tribunal:
  1. Manuel Parralo Dorado Presidente
  2. José Manuel Gayoso Vázquez Secretario
  3. Maria Isabel Castro Diaz Vocal
  4. Manuel Luca de Tena Navarro Vocal
  5. María Teresa Escohotado Ibor Vocal
Departamento:
  1. Pintura y Conservación-Restauración

Tipo: Tesis

Resumen

Esta investigación ofrece una mirada sobre el arte reciente en Chile (1976-2006) desde la apreciación del arte como valor que se agrega a la experiencia de la memoria. El hilo conductor es una pregunta sobre la memoria del pueblo chileno y su creación cultural: a través de sus obras y su escritura el arte chileno lucha contra el olvido en medio de la opresión política y social de la dictadura militar chilena, lucha que ilumina a su vez el desarrollo artístico de la transición democrática de los años siguientes. A través de una comprehensiva revisión bibliográfica, la investigación ahonda el núcleo histórico de la dictadura que parece resistir toda comprensión definitiva o simplista; es signo de dolor y de abuso, pero también de salvamento en medio de una severa crisis política y social. Se considera en primer lugar la presencia fragmentaria e irregular del arte moderno y modernista en Chile destacando el rol de Vicente Huidobro, Hernán Gazmuri y el crítico Juan Emar, el cual crea la primera columna de crítica de arte que introduce las vanguardias europeas. Se presta especial atención al vínculo de escritura y visualidad en su rol de generación de simbiosis entre crítica, creación y reconocimiento. Sus hitos son el desarrollo editorial en los años 30, la aparición de El Quebrantahuesos (1952), de Parra, Lihn y Jodorowsky, y Delachilenapintura.historia (1976), de Eugenio Dittborn. Los años 60 son de un efervescente movimiento político y social, marcados por el desarrollo del grabado, el arte mural brigadista y el cartel político, adoptados institucionalmente por el gobierno de la Unidad Popular. El golpe de estado fue un corte en vivo en el quehacer intelectual y artístico, forzando un rediseño de las estrategias creativas. Consideramos entonces cómo creció bajo esa presión una profundísimo reflexión teórica y plástica que buscaba liberarse tanto del control militar como del peso ideológico militante de izquierda. Apuntalados por textos de circulación interna, los artistas claves de este período operan una deconstrucción del vínculo con la política y con la sociedad, generando un espacio de creación excluyente y único. Con el símbolo del iceberg en Sevilla en 1992, la transición democrática parece dar la espalda a la dictadura, intentando ocultar lo que es innombrable, lo imborrable. Además del desarrollo del modelo neoliberal instaurado por la dictadura, presenciamos un contraste entre los artistas que retornan del exilio con un aire triunfalista buscando recuperar sus espacios de poder, y aquellos que permanecieron en Chile desarrollando un arte de resistencia responsable del NO+ que encauzó el cambio ¿sin perdón ni olvido¿. Otros artistas toman distancia insertándose en los mercados mundiales del arte, facilitado muchas veces por el apoyo oficial de diversos fondos gubernamentales y privados para el desarrollo de las artes. Proliferan las escuelas de arte en Santiago, con el consecuente aumento de artistas, teóricos y gestores, pero el discurso crítico de los 90 no tendrá el peso narrativo o analítico de los 80. El siglo XXI parece dominado por otra lógica se ha instalado, donde el no-relato es el relato. Domina la ironía sobre el arte crítico y comprometido. El interés se vuelca a problemáticas urbanas como la violencia y la marginalidad, los mecanismos de vigilancia y los nuevos formatos que interceptan el cruce de la vida privada y el cambiante paisaje de la ciudad. Nuestro recorrido sobre la historia del arte reciente en Chile parte de la violencia y quema de libros y espacios culturales post golpe (1976), para cerrar con la violencia y quema de libros al interior de la Universidad de Chile durante la democracia concertacionista (2006). Hay una necesidad de mirar el pasado reciente para despejar mitos, desde un liderazgo intelectual y moral por sobre los intereses políticos, que enlace y reúna hechos objetivos en el fomento y la preservación de la memoria.