Déficits neurocognitivos y en cognición social en pacientes esquizofrénicos con un nivel preservado de funcionamiento intelectual general
- REBOLLEDA GIL, CARLOS TOMÁS
- Francisco Javier Labrador Encinas Director
- Edith Pomarol Clotet Director
- Peter McKenna Director
Defence university: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 08 March 2016
- Manuel Muñoz López Chair
- Mónica Bernaldo de Quirós Secretary
- Marcos Ríos Lago Committee member
- Francisco Ballesteros Pérez Committee member
- Juan Carlos González Cases Committee member
Type: Thesis
Abstract
El estudio empírico de la presente tesis tiene como primer objetivo arrojar luz sobre si realmente existen personas con diagnostico de esquizofrenia que no presentan ningún tipo de déficit neurocognitivo o si, por el contario, existen pacientes que muestran un ¿elevado rendimiento cognitivo¿ pero que siguen mostrando déficits en diversas áreas cognitivas cuando son comparados con grupos de personas sin esquizofrenia. En segundo lugar, aunque los déficits en cognición social están suficientemente constatados en esquizofrenia, no se conoce hasta que punto estos aparecen en la misma medida en el caso de aquellos pacientes que presentan un nivel preservado de funcionamiento intelectual general, por lo tanto, este es el segundo objetivo de la presente tesis. Por último, aunque las asociaciones que se presentan en el caso de la esquizofrenia entre neurocognición y cognición social son discretas, en este trabajo se pretende analizar esto, así como, comprobar si existe influencia de los déficits neurocognitivos respecto a los de cognición social en el caso de esta patología. Para dar respuesta a estas preguntas, 80 pacientes con diagnostico de esquizofrenia y 30 sujetos carentes de la patología fueron evaluados empleando una batería destinada a medir nivel de inteligencia pre mórbido, nivel de inteligencia actual, memoria, funciones ejecutivas, fluidez verbal y cognición social. A su vez, los 80 pacientes son divididos en dos grupos en función de la diferencia que presentan entre su cociente intelectual premorbido y el que presentan en la actualidad, pasando a formar parte del denominado (grupo de deterioro) si esta diferencia era superior a 15 puntos o al llamado (grupo de no deterioro) si la diferencia era menor o igual a dicha cantidad. Tras dicha división 40 pacientes pasan a componer el grupo de deterioro y otros 40 el de no deterioro, mientras que los 30 sujetos sin patología constituyen el grupo control. Una vez analizados los resultados obtenidos, se encuentra que tanto en las tres aéreas neurocognitivas como en el caso de la cognición social, el grupo control siempre obtiene puntuaciones significativamente superiores a los dos grupos de pacientes con esquizofrenia. Pero cuando se comparan entre si los resultados obtenidos entre los dos grupos de pacientes, se observa que el grupo de deterioro puntúa significativamente mejor que el grupo de no deterioro en algunas pruebas, aunque no en todas. Sin embargo, esto no ocurre así en cognición social donde los dos grupos de pacientes presentan puntuaciones muy similares y sin diferencias significativas. Finalmente, se observa que las pruebas destinadas a medir las tres aéreas neurocognitivas guardan correlaciones estadísticamente significativas con la prueba de cognición social, así como, que memoria y funciones ejecutivas explican un porcentaje de la varianza de la cognición social muy superior a los encontrados en estudios previos. Por tanto, los resultados del presente estudio indican que no es posible estar diagnosticado de esquizofrenia y presentar un funcionamiento neurocognitivo y en cognición social normal. Por otro lado, los resultados demuestran que pacientes con disfunción intelectual general muestran más alteraciones neuropsicológicas que aquellos que presentan una función intelectual preservada. Sin embargo, esto no ocurre en cognición social, ya que los pacientes de ambos grupos muestran un funcionamiento muy similar, sin diferencias significativas. Por último, los resultados obtenidos muestran que existe una relación mayor a la que se había constatado entre las alteraciones neuropsicológicas y el deterioro en cognición social en la esquizofrenia. Sin embargo, la parte empírica de la presente tesis no está exenta de algunas limitaciones como el reducido tamaño de la muestra o el hecho de que no se hayan tomado en consideración todas las áreas neurocognitivas y de cognición social susceptibles de estar alteradas en el caso de la esquizofrenia.