Cine y catástrofeun escenario de colapso social ante una crisis global

  1. ARIZA VICTORIA, LUIS MIGUEL
Dirigida por:
  1. Luis Pablo Francescutti Director/a
  2. María Jesús Casals Carro Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 18 de abril de 2017

Tribunal:
  1. José Ignacio Población Presidente
  2. Manuel Fernández Sande Secretario
  3. Daniel Sánchez Salas Vocal
  4. Alicia Gómez Montano Vocal
  5. Antonio López Hidalgo Vocal
Departamento:
  1. Bioquímica y Biología Molecular

Tipo: Tesis

Resumen

El cine de CF de catástrofes es objeto de análisis sociológico debido a que presenta situaciones casi imposibles de recrear en la vida real; se vale de todos los recursos audiovisuales para inspirar la necesaria credibilidad gracias a los efectos especiales; y somete a la audiencia a esa nueva fuente de experiencias sensoriales como ninguna otra forma artística. Este trabajo describe las reacciones colectivas ante las nuevas amenazas a lo largo de una filmografía que toma, como referencia, algunas producciones clásicas de los años 1950 hasta los filmes actuales. El cine clásico está dominado por la amenaza del riesgo nuclear, la bomba atómica, radiación y mutaciones como fuentes de desastre, riesgo que aparece siempre ligado a la amenaza extraterrestre y el pánico a la deshumanización que despiertan las invasiones alienígenas. El aspecto más notable en los filmes contemporáneos de catástrofes es la aparición de riesgos novedosos a resultas de los avances tecnológicos y científicos, que vienen a sustituir a los antiguos: epidemias mundiales, inteligencias artificiales fuera de control, destrucción de los recursos naturales, alteraciones del clima, contaminación industrial, y derivas políticas en forma del surgimiento de regímenes totalitarios o sociedades racistas debido a los progresos en la biotecnología y la genética. Los escenarios distópicos reflejan que la obsesión de la sociedad contemporánea con la ley de la selva, sigue estando muy presente. La comparativa de las películas originales clásicas y sus remakes muestran códigos de articulación parecidos frente a la amenaza, pero en los filmes contemporáneas la respuesta es más compleja y diversa, debido al conflicto entre colectivos. Los científicos pierden progresivamente su protagonismo como héroes, pasan a un segundo plano en la resolución de las amenazas, o bien su figura se oscurece en tiempos de progresos y de hallazgos tecnológicos. Es significativo que la defensa de la familia se convierta en la prioridad esencial desde el punto de vista militar equiparable a la defensa de la patria y el territorio, especialmente en las películas más recientes sobre invasiones extraterrestres. La mujer sufre una importante transformación en el esquema de la respuesta a la amenaza. En el cine clásico su aportación como profesional es escasa y su principal papel se resume en la articulación de la pareja heterosexual, que se convierte aquí en un bien a proteger frente al riesgo, siendo ella la auxiliar del héroe masculino. En el cine contemporáneo, observamos que se produce un proceso de deserotización de la catástrofe. La pareja como bien común, que era el objetivo a preservar, se ve sustituida por la familia, cuya conservación se convierte incluso en un instrumento explícito de resistencia. Cuando ocurre, la mujer toma el mando y se le asigna un papel fundamental como protectora del bien familiar. La mujer encarna aquí un mayor protagonismo debido a que su profesión le capacita para enfrentarse a la amenaza. La mujer adquiere conocimientos específicos que le permite hacer frente a la situación. Es notable el grado de autonomía y de liberación sexual que permite a la mujer desenvolverse con mucha más soltura en situaciones de riesgo. El análisis cualitativo de esta filmografía moderna nos permite refrendar las hipótesis y los objetivos establecidos en esta tesis, y aporta una información muy valiosa acerca de cómo la sociedad, estimulada por estas narraciones, concibe sus posibles desafíos en forma de amenazas catastróficas y sus respuestas y reacciones, confiadas al papel de los científicos, los políticos y militares, y en especial, la población civil y la participación femenina. Al mismo tiempo resulta firme y establecida la creencia de que el origen de los nuevos riesgos, y en parte la obtención de soluciones frente a los nuevos desafíos, nacen conjuntamente del progreso tecnológico y científico, que forman parte del problema y también de la solución.