Actividad física y su relación con la incidencia de demencia y mortalidad en la cohorte NEDICES

Laburpena

La falta de actividad física es considerada uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles, contribuyendo sustancialmente a la carga mundial de morbilidad, mortalidad y discapacidad. El estudio NEDICES es un estudio poblacional prospectivo en sujetos mayores de 65 años, basado en el censo, en tres zonas de la región del centro de España, con diferentes características socioeconómicas. Consta de dos cortes, uno basal (1994-95) conformado por 5.278 participantes y otro de seguimiento (1997-98), incluyendo ambos una fase de cribado y otra de diagnóstico neurológico en los casos positivos. El objetivo principal de nuestro estudio es analizar si el riesgo de demencia incidente y de mortalidad en las personas que realizan actividad física sería menor respecto a aquellas con hábito sedentario en la cohorte NEDICES. Se utilizó una versión modificada del cuestionario Rosow-Breslau para categorizar el nivel de actividad física (sedentario, ligera, moderada e intensa) y los datos de mortalidad se obtuvieron del Registro Nacional de Defunciones, trece años después del corte basal. Se utilizaron modelos de regresión de Cox, ajustados por diversas covariables (edad, sexo, consumo actual de alcohol, historia de ictus previo, hipertensión e índice de comorbilidad de Charlson-Romano y salud subjetiva ), para analizar dicha relación con los siguientes hallazgos: La práctica de actividad física (en todos sus niveles) frente al sedentarismo disminuye el riesgo de presentar demencia a los 3 años de seguimiento en los ancianos de la cohorte NEDICES, sin la presencia de un efecto dosis-respuesta significativo. Asimismo, reduce el riesgo de muerte a los 13 años, siendo el efecto protector ligeramente mayor en el grupo de las mujeres, sin observarse una relación lineal al analizar la presencia de un efecto dosis-respuesta. La probabilidad de supervivencia a los 13 años aumentaría en función del nivel de intensidad de actividad física realizada de forma global y al estratificar por sexos. Estos resultados tienen una buena concordancia con la literatura en general, poniendo de manifiesto el papel protector de la actividad física frente a la demencia y la mortalidad, con especial relevancia de cara a la planificación de estrategias preventivas