Narrativa y promoción de resilienciafactores de riesgo más frecuentes en futuros docentes en formación

Resumen

En nuestra sociedad, realidades tan propias de la condición humana como los distintos tipos de pérdidas son ocultadas, se piensa que apartando a los menores de estas adversidades es una forma de no traumatizarlos. Es urgente la necesidad de vivirlas con normalidad. La resiliencia se convierte en un medio adecuado para hacerles frente. En la presente Tesis Doctoral, investigamos las fortalezas más frecuentes, que a pesar de las adversidades de la vida, hacen seguir adelante a futuros docentes en formación. Fundamentándolo desde la resiliencia -esperanza positiva- que permite al individuo hacer frente y superar la adversidad. Abordamos distintas situaciones de pérdida,-red social por acoso y duelo por pérdida de personas significativas- y la forma de resignificarlas a través de la narrativa para metamorfosearlas y retomar el desarrollo. Analizando las fortalezas que hacen posible la promoción de la resiliencia. Hacemos una propuesta para la formación inicial del profesorado, centrada en la reflexión sobre la experiencia de vida y práctica, que contribuye a una mejor formación como tutor de resiliencia. Por la naturaleza de los datos que necesitamos obtener nos decantamos por una metodología cualitativa, basada en el enfoque biográfico narrativo, que nos permite dar coherencia y sentido a las distintas situaciones de riesgo y su gestión. Son recogidas a través de entrevistas en profundidad y quedan reflejadas en forma de ¿autobiografías compartidas¿ que recogen los eventos más importantes de su existencia. Trabajamos con una muestra incidental de 11 narradores, alumnos de primer curso del Grado de Maestro, que han participado voluntariamente, con un rango de edad entre los 18 y 46 años. Llevamos a cabo un análisis holístico de los datos atendiendo a sus experiencias, motivaciones, situaciones de pérdida, tutores de resiliencia, estrategias resilientes desarrolladas que les permiten hacer frente a las adversidades, ayudándonos de la interpretación narrativa. Llegamos a distintas conclusiones. Alcanzar niveles formativos inimaginables para ellos y su entorno apoyados en el buen vínculo que establecen con sus tutores de resiliencia, permitiéndoles el desarrollo de fortalezas resilientes ¿equilibrio, autoestima, autoeficacia, compromiso, establecimiento de objetivos, autocontrol, etc.- que les permitir tener una estrategia de lucha contra la adversidad. El significado personal que otorgan a sus distintas situaciones de pérdida explica el descenso del rendimiento académico y las repeticiones de curso. Al presentarse un contexto más amable, con profesores que les dan confianza, asignan responsabilidades, su mundo emocional se vuelva más positivo, resurgiendo el deseo de aprender y nuevos retos a los que enfrentarse. Necesitan del esfuerzo, que se ve recompensado con el éxito, haciendo surgir la vocación. Ante la pérdida, algunos jóvenes, evoluciona hacia largas y secretas depresiones (distimias) y padecimientos, poniendo en marcha unos mecanismos constructivos: ensoñaciones, intelectualización, activismo, anticipación y sublimación. Estar solo es el peor sufrimiento que puede padecer el ser humano. Narrar lo sucedido permite dar coherencia, resignificar y dar sentido a las fracturas, desde su historia y rituales culturales, para no permanecer en este estado de confusión inicial en el que no es posible decir nada porque no se comprende nada. Los recuerdos evolucionan con el tiempo y con los relatos, edificando esperanza. La capacidad de cambio se desarrolla en la infancia, a través del apoyo que les da un buen vínculo y la posibilidad de aprender del mundo que les rodea, y dar sentido a su existencia y relaciones. Vínculo y sentido, dos palabras que unidas a la comunicación asertiva permiten la reparación de la resiliencia.