El reconocimiento emocional en la sordera

  1. ROSSA, ANGELA
Dirigida por:
  1. Santiago Fernández González Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 12 de julio de 2017

Tribunal:
  1. Luis Aguado Aguilar Presidente
  2. Ana García Gutiérrez Secretaria
  3. Javier Pacios García Vocal
  4. Rosa Jurado Barba Vocal
  5. Marcos Ríos Lago Vocal
Departamento:
  1. Psicología Experimental, Procesos Cognitivos y Logopedia

Tipo: Tesis

Resumen

En el pasado, la investigación se ha centrado esencialmente en el desarrollo lingüístico e intelectual pero, hoy en día, los científicos atribuyen un importante rol adaptativo también a la inteligencia emocional. Entre las habilidades que forman tal inteligencia hay el reconocimiento emocional, habilidad que está implicada en determinar el nivel de competencia interpersonal de un individuo, su posición social, su visibilidad en la comunidad y también sus resultados académicos y profesionales. A pesar de su importancia, muchas patologías afectan la capacidad de reconocer las emociones y entre estas hay la sordera. A continuación se presentan los dos estudios llevados a cabo para aclarar ciertos aspectos de la relación entre déficit de reconocimiento emocional y sordera. Estudio 1 - Muchos estudios han demostrado la presencia de un déficit de reconocimiento emocional en niños y adolescentes sordos. Unos investigadores interpretan este resultado como la consecuencia de un retraso en el desarrollo de la capacidad de reconocer las emociones. Sin embargo, la ausencia de estudios sobre el adulto sordo no permite sacar conclusiones claras. Con el fin de arrojar luz sobre la cuestión, hemos propuesto un clásico test de reconocimiento emocional a adultos sordos y oyentes. Los estímulos incluían las emociones básicas y estaban divididos en tres niveles de dificultad. Negando la hipótesis del desarrollo, los resultados han mostrado que el déficit persiste en la edad adulta. Más allá de eso, las diferencias entre grupos interesaban sólo específicas emociones (rabia y asco) y determinados niveles de dificultad (baja y media). Este patrón de resultados plantea nuevas preguntas acerca de cómo el déficit auditivo altere la capacidad de interpretar las expresiones faciales. Por un lado, el efecto de la categoría emocional podría interpretarse como una consecuencia de la presencia de inconsistencias entre los sistemas lingüísticos. Por otro lado, el efecto del nivel de dificultad podría explicarse por la alteración del patrón de fijación. En fin, estos hallazgos nos llevaron a la formulación de una nueva hipótesis, la de una diferencia en el ¿umbral de reconocimiento afectivo¿ de sordos y oyentes. Estudio 2 - Este estudio quería averiguar si la capacidad de reconocimiento emocional en la sordera evoluciona con la edad y establecer si tal evolución corresponde a la que se observa en los oyentes. A tal fin, a 92 sujetos divididos en base a Grupo (sordos / oyentes) y Edad (jóvenes / adultos), fueron presentadas series de fotografías en que la expresión facial del actor pasaba progresivamente de una expresión neutra (1ª imagen) a la manifestación de una emoción intensa (15ª imagen). Los resultados demostraron que en los sordos la habilidad en cuestión no mejora con la edad, sino más bien disminuye. Además, el déficit de reconocimiento emocional se evidenciaba sólo en los adultos sordos -y no en los jóvenes sordos- y comprometía únicamente el reconocimiento de determinadas emociones (asco y rabia). El efecto de Grupo y Edad sobre el nivel de precisión parece reflejar la importancia del contexto socioeducativo en la regulación de las consecuencias del trastorno auditivo sobre el desarrollo socio-emocional de la persona sorda. A su vez, el efecto de la categoría emocional confirma que la influencia de un factor lingüístico puede contribuir a explicar la relación entre déficit de reconocimiento emocional y sordera. Conclusiones - En el conjunto, los dos estudios revelan que el aumento de la edad no determina una mejoría en la capacidad de reconocimiento emocional de los sordos. Al contrario, el contexto socioeducativo podría desempeñar un papel importante, modulando el impacto del trastorno auditivo sobre tal capacidad. Al mismo tiempo, nuestros hallazgos invitan a considerar las influencias lingüísticas, sugiriendo que las dificultades de las personas sordas podrían depender de la imposibilidad de clasificar y etiquetar la información percibida.