Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de peso y prevención de la obesidad

Laburpena

El estado nutricional es un factor clave para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico y el mantenimiento de la salud. Las grasas alimenticias constituyen un factor principal en el desarrollo de la obesidad que se asocia con resistencia a la insulina, valores, altos de triglicéridos, glucosa y presión arterial, características típicas del síndrome metabólico que promueven un incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular entre otras enfermedades. También se asocia con defensas inmunes deterioradas y bajos niveles crónicos de inflamación y oxidación. La dieta mediterránea una opción saludable para la prevención de la obesidad se caracteriza por un alto consumo de aceite de oliva, rico en ácidos grasos monoinsaturados y de pescado graso, una fuente rica de ácidos grasos poliinsaturados como los ácidos eicosapentaenoico y docosahexaenoico capaces de atenuar el aumento de peso y reducir la grasa corporal. En nuestro estudio se encontró que los animales que ingirieron la dieta rica en grasa aumentaron significativamente su peso y grasa corporal, presentaron valores más altos de tensión arterial, de triglicéridos, de leptina plasmática y menor secreción de adiponectina, menor secreción de resistina, y menor secreción basal de la proteína quimioatrayente de monocitos 1. También condujo a un aumento del estrés oxidativo y al deterioro de la función leucocitaria en el bazo. Los animales que recibieron el tratamiento con ácido 2-hidroxioléico, un derivado sintético del ácido oleico, promovió una drástica disminución en el peso corporal y la mejora de los parámetros del síndrome metabólico asociados con la obesidad superior a la observada con el tratamiento con los ácidos grasos poliinsaturados. La suplementación con 2-hidroxioléico, y en menor medida con ácidos grasos poliinsaturados fue capaz de reducir el grado de estrés oxidativo, así como la alteración de la sfunciones leucocitarias estudiadas.