Inteligencia emocional y depresión tras los atentados terroristas del 11-M en Madrid

Resumen

En los últimos años dos ámbitos de estudio diferentes han llamado la atención de los investigadores en el campo de la psicología, nos referimos al estudio de la Inteligencia Emocional (IE) y al estudio de las consecuencias psicológicas de los atentad os terroristas. El concepto de Inteligencia Emocional ha supuesto una puerta abierta al estudio de las emociones desde una perspectiva evolucionista y funcionalista y ha permitido la conexión de dos áreas de estudio que durante mucho tiempo han sid o consideradas de forma separada: los procesos cognitivos y emocionales. Desde esta perspectiva, las emociones no sólo son consideradas como mecanismos indispensables para la supervivencia del organismo, sino que representan una fuente de información útil acerca de las relaciones que se establecen entre el individuo y su medio (Salovey et al., 1995). La IE es considerada por tanto como una inteligencia genuina que recoge la habilidad para utilizar de forma adecuada dicha información, tanto de nu estras emociones como de las emociones ajenas, y que favorecerá nuestra adaptación social y emocional (Mayer y Salovey, 1997). Gran parte del esfuerzo llevado a cabo por los investigadores de la IE se ha centrado en la construcción de instrumentos de evaluación que permitiesen medir tales habilidades de una forma válida y fiable. No obstante, este esfuerzo no ha estado libre de dificultades. El interés popular suscitado por la IE llevó a la propuesta de numeras definiciones y formulaciones teóri cas la mayor parte de las cuales no han demostrado un adecuado rigor científico, además, entre aquellas aproximaciones que han recibido aval empírico, existen destacadas diferencias teóricas. Esto ha dado lugar a cierta controversia en torno a la IE y a críticas acerca de la utilidad de las medidas disponibles para su evaluación (Davis et al., 1998). No obstante, la investigación sobre la IE se ha mantenido, llegando a convertirse en una prometedora línea de inquisición científica (Grewal y Salo vey, 2006). A esto ha ayudado de forma importante el modelo teórico de Mayer y Salovey (Mayer y Salovey, 1997; Salovey y Mayer, 1990), desde el cual se hace hincapié en una concepción de la IE separada de otros rasgos de personalidad o variables esta bles del comportamiento (asertividad, impulsividad, optimismo, etc.) y que se centra en conocer las características del procesamiento de la información emocional. En nuestro trabajo seguiremos una de las líneas de investigación suscitadas por este mo