El PAN en las elecciones de 2012entender la derrota desde el punto de vista de sus élites, un estudio de caso
- Frech López Barro, Magdalena Sofía
- Francisco Javier Roiz Parra Director
- María Esther del Campo García Director
Universidade de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 10 de decembro de 2015
- Antonio López Vega Presidente
- Ángel L. Rubio Moraga Secretario
- María Montserrat Fernández Crespo Vogal
- Ludolfo Paramio Rodrigo Vogal
- Antonio Garrido Rubia Vogal
Tipo: Tese
Resumo
México vivió en el año 2000 la cristalización su tránsito democrático con características excepcionales: un proceso de cambio pacífico y la derrota de un partido que gobernó más de 70 años. En el año 2000 el PAN gana las elecciones presidenciales con un 43% de los votos, un margen de ventaja de 7 puntos sobre el PRI y 26 sobre el PRD. En el 2012, alcanza sólo un 25% de los votos, 18 puntos menos con respecto a su victoria del 2000, cayendo al tercer lugar y quedando 12 puntos abajo del PRI, y seis abajo del PRD. Esta tesis analiza la vida de Acción Nacional, para entender su fracaso para consolidarse como un partido que habiendo sido exitoso como oposición y después de llegar a la presidencia de la República, no logra mantenerse el poder. Es vencido por el partido contra el que había luchado por décadas. Este es un estudio de caso crucial, que pretende dar luz, a partir del punto de vista de las élites partidistas, y utilizando el enfoque teórico de la sendero dependencia (path-dependence en inglés) del Nuevo Institucionalismo, sobre los diferentes factores que pueden ayudar a entender la derrota del PAN en las elecciones del 2012. El objetivo es analizar por qué el PAN no fue capaz de transformar el sistema político y de su aparato de gobierno, y no pudo tampoco modernizarse a sí mismo entendiendo el papel y el tipo de partido que debía ser ante un nuevo escenario político que se abría con la transición política en México. En la arena de la ciencia política, este estudio acerca de lo que pasó en el PAN entre su histórica victoria y su derrota, es relevante para entender cuáles son las posibilidades reales para que un partido opositor pueda convertirse en un gobierno que retiene el poder, en un país en donde se da un cambio a través de un proceso pacífico y muy prolongado, donde el partido hegemónico es derrotado pero sigue formando parte del sistema político y mantiene el poder en la mayoría de los gobiernos locales, y en donde el partido que llega al poder no tiene experiencia de gobierno a nivel nacional y encuentra un entramado institucional con estructuras añejas y fuertes inercias, enraizadas no sólo en el sistema político y en el aparto de la administración pública, sino en toda la cultura del país. Los resultados sugieren que la derrota sufrida en las elecciones presidenciales del 2012 puede explicarse como resultado de la incapacidad y falta de visión del PAN para diseñar y ejecutar una estrategia de largo plazo que permitiera desmontar la estructura del antiguo régimen y así sentar las bases de un nuevo arreglo institucional para la transformación política, social y económica del país, tal y como lo había prometido a los ciudadanos. El PAN no logró hacer un diagnóstico integral y profundo de la problemática del país, del gobierno que heredaba y de la dinámica de los grupos de poder en la vida nacional, y por ello no logra diseñar una estrategia de cambio de gran alcance. Al mismo tiempo, la derrota puede explicarse por su incapacidad para transformarse en un partido moderno, atendiendo a la nueva realidad política y social del país y a la nueva distribución de fuerzas del sistema político, y dejar de ser un partido opositor para convertirse en un partido que gobernara democráticamente, respondiendo a las expectativas de los ciudadanos, y creara una base social de apoyo y simpatía (con mecanismos diferentes a los del partido que derrocó) de tal forma que se constituyera en una alternativa real, exitosa y atractiva para los ciudadanos y que esto a su vez le asegurara un periodo más prolongado en el poder. Las causas subyacentes a esta incapacidad apuntan a factores relacionados con la naturaleza opositora del partido que lo limitan para ejercer el poder, así como otros relacionados con las resistencias al cambio originadas por el arreglo institucional y la estructura de incentivos dominantes con raíces en la dinámica del sistema político mexicano y en la cultura del país en su sentido más amplio.