Los legados pontificios en la Península Ibérica hasta Inocencio IIIgénesis y evolución de una institución

  1. Rodamilans Ramos, Fernando
Dirigida por:
  1. Ana Arranz Guzmán Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 22 de junio de 2017

Tribunal:
  1. José Manuel Nieto Soria Presidente
  2. Margarita Cantera Montenegro Secretaria
  3. César Olivera Serrano Vocal
  4. Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña Vocal
  5. Carlos de Ayala Martínez Vocal
Departamento:
  1. Historia de América y Medieval y Ciencias Historiográficas

Tipo: Tesis

Resumen

El presente trabajo tiene como objeto de estudio la institución del legado pontificio y, específicamente, la presencia de legados pontificios en la Península Ibérica hasta el pontificado de Inocencio III, por inaugurarse con él un nuevo ritmo en el desarrollo institucional de la Iglesia. Se ha indagado en los orígenes de la institución legatina, no sólo en un sentido diacrónico, sino también buscando identificar la génesis constitutiva de los poderes legatinos. Ello ha conducido a un estudio del Primado romano y de sus primeras manifestaciones en la Península Ibérica, en su doble vertiente doctrinal y jurisdiccional. La interacción del desarrollo político en los territorios hispanos y de la evolución del Papado, tanto interna como en relación con los poderes laicos, ha jalonado unas etapas a lo largo del estudio, que han sido consideradas en la medida en que afectaron a las relaciones de las iglesias hispanas con la Iglesia de Roma. Así, la conversión a la fe católica de las élites visigodas, la presencia bizantina en la Península Ibérica, la invasión musulmana de 711 y las nuevas realidades políticas de la Reconquista, la degradación de la Sede Apostólica durante el s. X, la Reforma Gregoriana, la promoción de la Cruzada, son algunos de los hitos que influyeron en la manera de establecer las comunicaciones personales de Roma con los hispanos. La metodología empleada ha sido el análisis de las fuentes documentales directamente relacionadas con el objeto de estudio. A pesar de tratarse de un periodo muy amplio, se ha podido componer un corpus documental que, sin pretensiones de originalidad, recoge razonablemente el grueso de las fuentes más relevantes para su estudio. Los legados pontificios aparecen claramente definidos e institucionalizados a partir de la Reforma Gregoriana, siendo, por lo general, escogidos de entre los miembros de un renovado colegio cardenalicio, eje de la acción exterior de la Iglesia de Roma. A estos legados a latere, cuyas misiones y poderes siempre tuvieron un carácter necesariamente temporal, se sumaron otras figuras de representación pontificia personal que fueron comunes a todas las Iglesias del Occidente, y que tuvieron su manifestación igualmente en la Iglesia española, a saber, los primados nacionales y las legaciones de carácter permanente. El estudio de este tipo de figuras ha sido puesto en relación con otras instituciones anteriores al periodo de la reforma y, en concreto, con los vicariatos apostólicos hispanos. Desde el punto de vista del contenido de la acción de la Iglesia de Roma en la Península Ibérica, la cuestión doctrinal constituye un nexo que conecta las intervenciones antes y después del envío de legados a latere. La heterodoxia o, si se prefiere, la lucha contra las variantes específicas de la misma en la Península Ibérica, conformaron una forma de intervención de la Sede Apostólica que conecta la Reforma Gregoriana con las etapas anteriores. La Reforma Gregoriana fue crucial en el cambio operado desde mediados del s. XI, puesto que la transformación del clero secular debía producirse desde la cabeza. Al mismo tiempo, se identifica el desarrollo de un derecho común que se manifestó, en los primeros tiempos, a través de las decisiones conciliares, de las decretales, y por medio de los legados pontificios; en concreto, los concilios convocados sistemáticamente por éstos fueron el instrumento esencial de su actuación eclesiástica y política.