Precariedad laboral en la economía española. Una perspectiva de géneroel mercado de trabajo en los primeros años del siglo XXI

  1. Vicent Valverde, Lucía
Dirigida por:
  1. Fernando Luengo Escalonilla Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 04 de julio de 2017

Tribunal:
  1. Pedro José Gómez Serrano Presidente
  2. Bibiana Medialdea García Secretaria
  3. Luis Buendía Vocal
  4. Mercedes Ruiz Garijo Vocal
  5. David Trillo del Pozo Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La finalidad de esta investigación es ofrecer un análisis complejo de las características que adquiere la precariedad española en los años recientes (2000-2014) y señalar las particularidades propias que presenta este fenómeno desde una perspectiva de género. Con tal propósito se incorpora, de una parte, la combinación de varias dimensiones analíticas al aproximarnos a la descripción y medición de la precariedad, y de otra, la articulación de distintos planos donde se habrían concentrado los cambios económicos que mayores repercusiones han supuesto para la calidad del empleo y las desigualdades laborales. El objeto de estudio, por tanto, es el análisis de la precariedad laboral en la economía española, su relevancia y particularidades para ofrecer una explicación del fenómeno desde una perspectiva comparada y con enfoque de género que integre, al mismo tiempo, los planos productivo, institucional y empresarial. Esta propuesta de investigación se concreta en cuatro objetivos generales. El primero de ellos consiste en valorar la magnitud del progreso de la precariedad laboral en la economía española aplicando una perspectiva comparada que resalte su generalidad y demuestre que no se trata de un fenómeno particular. En segundo lugar, se pretende comprender la influencia que el modelo productivo tiene en el deterioro de las atribuciones del empleo en ambos sexos. El tercer objetivo es analizar la incidencia diferencial de las problemáticas laborales que, por cuestión de género, se producen en el terreno laboral y que tienen que ver con la carga total de trabajos que asumen las mujeres en los distintos espacios en los que éste se desarrolla. Y, el último de ellos, es identificar las principales consecuencias que la precariedad conlleva para las mujeres que participan en el espacio productivo de la economía y para la reproducción social. Estos objetivos vienen acompañados por una serie de hipótesis que concretan la propuesta analítica y que, tras la investigación, pueden enunciarse afirmativamente, evidenciando las siguientes tendencias: Los cambios en el modelo de producción en la segunda mitad del siglo XX alteran la pauta de empleo tradicional y extienden la precariedad por las economías europeas; un proceso que coincide con la incorporación de la mujer al empleo y que reconfigura la distribución sexual de los trabajos. En su avance, la precariedad se enquista en determinados grupos sociales y particularmente en las mujeres, provocando importantes tensiones en el terreno reproductivo que, en aquellas economías en las que los esfuerzos públicos dedicados a la conciliación son limitados, resultan más graves. El fenómeno de la precariedad adquiere rasgos diferenciados en nuestro país y se enquista en ciertos grupos de población, dentro de los cuales se encuentran claras diferencias entre hombres y mujeres. Entre 2000 y 2014 se observan tres procesos en la economía española ¿destrucción de empleo, devaluación y precariedad¿ cuyos efectos han tenido una incidencia desigual entre hombres y mujeres y acrecientan, en muchos casos, las brechas de género existentes. La combinación de la precariedad con la supresión de ayudas y servicios públicos reduce la participación de las instituciones en la reproducción e incrementa la carga de trabajos asumida por los hogares. Esto ocasiona tensiones para la reproducción y conlleva graves consecuencias para las trayectorias vitales de las mujeres y el sostenimiento de las necesidades sociales. Estas tendencias esbozan una panorámica general que permite una comprensión global de la precariedad laboral y, a su vez, determina el grado de consecución de los objetivos inicialmente planteados y se complementa con resultados pormenorizados que enriquecen el diagnóstico y nos permiten trasladar una lectura particular sobre lo ocurrido con el trabajo en sus distintas formas.