Los estados fallidos y el estado social y democrático de derecho en los países de América Latina

  1. LOPEZ UREÑA, JOHANN NEWTON
Dirigida por:
  1. Francisco Jiménez García Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 08 de junio de 2017

Tribunal:
  1. Ana Gemma López Martín Presidenta
  2. Rubén Carnerero Castilla Secretario
  3. Sagrario Morán Blanco Vocal
  4. Antonio Pastor Palomar Vocal
  5. Montserrat Abad Castelos Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

En el año 2005 la revista Foreing Policy y la Fund For Peace publicaron un informe en la cual constaban 76 Estados que eran considerados como fallidos, en el que había dos categorías; Estados en alerta, que eran países que no cumplían con las funciones esenciales de los Estados, y en los cuales existía una completa anarquía; y, los Estados en peligro, que eran Estados que estaban al borde de ser considerados en alerta, los cuales mostraban un gran deterioro en sus instituciones. Dentro de esos Estados evaluados se encontraban algunos países de América Latina que a todas luces se mostraban en desacuerdo entre los resultados del informe y la realidad que presentaban dichos países, lo que trajo indignación entre algunos líderes políticos de la región. A raíz de ello el debate de los Estados fallidos se trasladó al terreno de los Estados de Latinoamérica, puesto que los mismos, aunque con excepciones, se centraban primordialmente en los países de África, y algunos que otros Estados que podían albergar células terroristas. La protestas al respecto tienen su origen debido a que los Estados de la región no presentan anulación alguna en el monopolio del Poder sobre su territorio, el cual es el eje esencial para considerar a un Estado como fallido, partiendo de ello sería incorrecto denominar a tales Estados con ese calificativo u otros afines como inoperantes, fracasados o colapsados, lo que resulta peor al tomar en consideración que los países de Latinoamérica asumen como Estado ideal el modelo constitucional de Estado Social y Democrático de Derecho, lo que se transcribe en una continuidad de las instituciones, así como representa un compromiso por parte de los Estados de realizar el esfuerzo mínimo para tratar de alcanzar los objetivos, valores, principios y reglas que exige dicho modelo constitucional democrático, viniendo a instaurar ese modelo un método para demostrar que los Estados de la región no pueden ser calificados como fallidos, y con el cual, incluso, se puede determinar que los problemas que agobian a la región no tienen nada que ver con el monopolio del Poder.