Daniel Vázquez Díaz, entre tradición y vanguardia

  1. BERRUGUETE DEL OJO, ANA
Dirigida por:
  1. Luis Jaime Brihuega Sierra Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 01 de diciembre de 2015

Tribunal:
  1. María Dolores Jiménez-Blanco Carrillo de Albornoz Presidenta
  2. Javier Pérez Segura Secretario
  3. Ismael Manterola Ispizua Vocal
  4. Miguel Cabañas Bravo Vocal
  5. Concha Lomba Serrano Vocal
Departamento:
  1. Historia del Arte

Tipo: Tesis

Resumen

La presente tesis doctoral plantea una actualización historiográfica de la vida y la obra de Vázquez Díaz, y trata de establecer su significación dentro del contexto de la cultura española de la primera mitad del siglo XX, imbricándola en una de sus disyuntivas más características: el complejo equilibrio entre tradición y modernidad. En la historiografía del arte actual, no es algo discutido que Daniel Vázquez Díaz sea una de las figuras claves de la cultura artística que se desarrolla en España durante el tramo central del siglo XX, pero a su vez, es uno de los artistas más controvertidos y sobre el que más mitos historiográficos se han desarrollado. Por un lado, la participación bifronte del pintor, en primera fila de una ¿vanguardia¿ impulsiva y no programática que no da la espalda a la tradición y, por otro, su empeño obsesivo por entrar en el círculo más académico (la Real Academia de San Fernando de Madrid), le convierten en un artista emblemático de una época, la de los años en los que se produce la renovación formal de nuestra pintura. Daniel Vázquez Díaz inicia su formación en Sevilla pero, tras una breve estancia en Madrid y en el País Vasco, se desplaza a París donde vive entre 1906 y 1918. Su estancia coincide con un momento de ebullición artística tras el surgimiento y posterior desarrollo de las vanguardias históricas. Sin embargo su producción es continuadora de una tradición de corte españolista y su interés se desvía hacia tendencias simbolistas y posimpresionistas, además de una fijación clara por Cézanne, frente a un desinterés por propuestas más radicales como el cubismo. Durante estos años, no pierde relación con el contexto español, imbuido en lo que la historiografía ha denominado como Generación del 14, de la que será artista paradigmático. Por otro lado, su obra resulta fundamental en el contexto vasco de renovación a partir de diferentes estancias. De regreso a Madrid, su obra es tachada de extranjera y cualquiera de sus muestras públicas, se convierten en campo de batalla entre modernos y conservadores. Sin embargo, conecta con los círculos renovadores vasco, catalán y portugués, en un momento de especial intercambio de influencias. En Madrid, Vázquez Díaz es uno de los artistas que gravitan en la órbita de artistas del ultraísmo, en un momento de reivindicación de lo clásico, como estética moderna. Su obra, destacada y polémica, constituye a partir de entonces un epicentro estético sobre el que gira una modernidad más moderada, que consigue, además, situar a la pintura española en consonancia con el Movimiento Moderno europeo de entreguerras. Su original e inconfundible estilo, tan alimentado también, por el de otros, acaba creando una escuela de seguidores, desde los años treinta y, de nuevo, en la década de los cincuenta, para quienes Vázquez Díaz constituye una ventana abierta a la modernidad. Tras la contienda, la obra de Vázquez Díaz acomodada a un estilo, se aleja de los circuitos renovadores pero su magisterio resulta fundamental para la vanguardia floreciente de los años cincuenta. En definitiva, la investigación pretende situar a Vázquez Díaz en un correcto posicionamiento dentro dentro de la historia de nuestra pintura; comprende las claves de su producción, establece todas las líneas estéticas que confluyen en su obra y reivindica el papel tan importante que desempeña su trayectoria en el particular proceso de renovación formal de nuestra pintura del primer tercio de siglo.