El imaginario visual de la nación española a través de las grandes exposiciones universales del siglo XIXpostales, fotografías, reconstrucciones

  1. VIERA DE MIGUEL, MANUEL
Dirigida por:
  1. Estrella de Diego Otero Directora
  2. Sofía Diéguez Patao Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 19 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Antonio Manuel González Rodríguez Presidente
  2. María Dolores Jiménez-Blanco Carrillo de Albornoz Secretaria
  3. María del Mar Lozano Bartolozzi Vocal
  4. Nadia Vargaftig Vocal
  5. Carlos Reyero Hermosilla Vocal
Departamento:
  1. Historia del Arte

Tipo: Tesis

Resumen

La investigación se centra en el proceso de construcción de la identidad española en las grandes exposiciones universales del siglo XIX (Londres, 1851, 1862), París (1855, 1867, 1878, 1889, 1900), Viena (1873), Filadelfia (1876) y Chicago (1893) analizando el modo en que estos concursos internacionales contribuyeron tanto a la percepción de un orden mundial jerarquizado según criterios políticos, económicos, sociales, religiosos y culturales; como a la proyección de la imagen exterior de España. En este sentido, la investigación no ha subestimado (si bien a menor escala) el impacto de la Exposición Universal de Barcelona de 1888, al ofrecer el contrapunto de una imagen nacional de prestigio industrial frente a la generalizada idea romántica del país que habitualmente se forjó en el resto de exposiciones. Estas ferias internacionales promovieron importantes hábitos sociales que contribuyeron a conformar las representaciones cognitivas de todos los colectivos y naciones del planeta. Uno de los más destacados fue el incipiente desarrollo de los medios de comunicación, las artes gráficas y la escenografía, sin olvidar el de las tradicionales muestras de Bellas Artes y la mercadotecnia turística. Sea como fuere, desde 1851, las exposiciones universales se presentan como prolíficos generadores de imágenes listas para un consumo visual no exento de connotación ideológica. Consecuentemente, la cultura visual en la tradición expositiva demuestra ser un interesante campo de investigación, en el que se hace necesario profundizar para poder esclarecer los vínculos recíprocos que se establecen entre la codificación de imaginarios y la construcción de identidades. Tomando en consideración lo expuesto, la investigación atiende a la relación establecida entre la cultura visual española y la formación de una identidad nacional que se emplaza en la encrucijada entre Oriente y Occidente, analizando su componente exótico, las implicaciones de la oposición dialéctica entre centro y periferia, así como la pretensión legitimadora de convertir a España en nexo de unión entre Europa y América. Metodológicamente, esta tesis doctoral se apoya fundamentalmente en el análisis de la documentación de época conservada en archivos de prestigio internacional, reuniendo textos e imágenes originales a los que se suma tanto el estudio de la literatura coetánea como de la teoría crítica actual desarrollada durante los casi cuarenta últimos años. Los resultados confirman que la delegación española expuso esencialmente productos naturales, careciendo de una destacada representación manufacturera. El retraso económico, pero también la falta de una cultura empresarial expositiva, fueron causa de este pobre resultado que, asociado a la imagen exótica que los viajeros occidentales habían configurado desde tiempo atrás, proyectó la imagen de un pueblo anclado en un mundo pretérito. Esta fue precisamente la visión que los artistas extranjeros recrearon en sus obras, confirmando que imaginario visual y condicionamiento cultural influyen en la cristalización plástica y constante reinvención de los estereotipos culturales. Sin embargo, muchos españoles también fijaron esta imagen romántica: la de una nación sometida alternativamente a la idea dicotómica de un país luminoso, radiante y alegre y la de un territorio sombrío, absolutista y fanático; en definitiva, la de un pueblo apasionado varado en un pasado poético donde ninguna evidencia de modernidad tecnológica o contaminación cultural podían darse. Incluso, los espectáculos y actuaciones que especuladores foráneos y locales promovieron, se sirvieron de esta imagen exótica en pro del rédito económico. Así, la cultura visual viene a confirmar la constante interpretación reduccionista y simplista de la realidad heterogénea y plural del estado español