Impacto de las nuevas recomendaciones de la comisión internacional en protección radiológica en las prácticas intervencionistas

  1. SANCHEZ CASANUEVA, ROBERTO MARIANO
Dirigida por:
  1. Eliseo Vañó Carruana Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 04 de mayo de 2017

Tribunal:
  1. E. Guibelalde del Castillo Presidente
  2. José Miguel Fernandez Soto Secretario
  3. Miguel Ángel López Bote Vocal
  4. F. Gutiérrez-Larraya Vocal
  5. Fernando Alfonso Manterola Vocal
Departamento:
  1. Radiología, Rehabilitación y Fisioterapia

Tipo: Tesis

Resumen

En el año 2012 la Comisión Internacional de Protección Radiológica publicó el documento número 118 que contenía la ¿Declaración sobre las reacciones de los tejidos / Efectos de la radiación tempranos y tardíos en tejidos y órganos ¿ Dosis Umbral para reacción de los tejidos en un contexto en protección radiológica¿. En dicho documento se estableció un umbral de dosis de radiación de 0,5 Gy en cerebro o en corazón para producir enfermedad circulatoria. También redujo a 0,5 Gy la dosis umbral en cristalino para producir cataratas. En el caso del cristalino, además la ICRP ha recomendado una reducción del límite de dosis para los trabajadores a 20 mSv/año promediando en periodos de 5 años, sin que se excedan los 50 mSv en un único año. Dicha recomendación ya ha sido incorporada a la normativa europea a través de la directiva 2013/59/EURATOM. En los procedimientos intervencionistas guiados por fluoroscopia, puede ser necesario usar altas dosis de radiación. La dosis recibida en la piel de los pacientes ha sido y sigue siendo objeto de estudio, demostrándose que en los casos más complejos se han producido lesiones en la piel de diversa gravedad. En el caso de los trabajadores, el cristalino ha sido también objeto de investigación, observándose mayor probabilidad de desarrollar opacidades en cristalino en los profesionales del ámbito intervencionista. Tras la publicación de la declaración por parte de la ICRP, además de la dosis en la piel de los pacientes, se ha considerado conveniente estimar las dosis que pueden recibir en cerebro o cristalino. En el caso de los trabajadores, es necesario investigar si el nuevo límite de dosis en cristalino puede suponer la necesidad de reforzar la protección para seguir trabajando en condiciones de seguridad. Esta tesis doctoral describe la metodología y resultados de la evaluación de las dosis de radiación administradas en cerebro y cristalino a los pacientes sometidos a procedimientos de neurorradiología intervencionista, describe también las ventajas de un programa de cálculo elaborado para estimar la dosis que recibe la piel de los pacientes sometidos a procedimientos de cardiología intervencionista y por último evalúa las dosis recibidas por los profesionales.En un 40% de los procedimientos terapéuticos de neurorradiología intervencionista estudiados, se impartió una dosis en el cerebro superior a 0,5 Gy, llegando hasta 1,7 Gy en el caso de mayor dosis. Un 16% de los casos terapéuticos de neurorradiología intervencionista resultó con dosis en el cristalino izquierdo mayores de 0,5 Gy, con 2 Gy en el caso de dosis máxima. Debe prestarse especial atención a las dosis recibidas por pacientes que requieren varios procedimientos para tratar su patología y se debe establecer un registro dosimétrico que permita hacer este seguimiento. En cardiología intervencionista, el 1% de los casos (diagnósticos y terapéuticos) superaron los 2 Gy de dosis pico en la piel. La visualización del mapa de dosis en piel en tiempo real durante los procedimientos, permite adaptar el protocolo para evitar altas dosis de rayos-X en la piel. Es necesario tener en cuenta estos datos al valorar la justificación de estos procedimientos e informar adecuadamente a los pacientes para hacer, cuando sea necesario, un seguimiento de las posibles lesiones en cristalino o en la piel. En lo referente a los profesionales, el promedio de la dosis ocupacional medida sobre el delantal en los especialistas, fue de 46 uSv/procedimiento, que dependiendo de la carga de trabajo, pueden implicar dosis anuales entre 20 y 25 mSv. En patologías complejas de cardiología intervencionista como las angioplastias con oclusión total crónica o en procedimientos estructurales, la dosis ocupacional promedio por procedimiento medida sobre el delantal, fue de 100 uSv. El aumento de la complejidad supone un incremento en el riesgo radiológico que requiere vigilancia sistemática e individualizada de las dosis de radiación en las salas de intervencionismo.