El tiempo de Dionisoslenguaje y actos de habla en la doctrina del eterno retorno de Nietzsche

Resumen

Esta investigación aborda el tema del eterno retorno mediante un pormenorizado análisis textual de las emisiones lingüísticas en las que Nietzsche, sobre todo en los fragmentos póstumos de la década de 1880 pero también en algunas de sus más importantes obras de madurez, expone la doctrina. Para ello se emplea como marco metodológico la teoría de los actos de habla. En cada una de las emisiones del eterno retorno cabe diferenciar entre aquello que, por un lado, compete a su contenido representacional, su carácter cosmológico y su consideración como interpretación integral del mundo, y aquello que tiene que ver con las fuerzas ilocucionarias con las que esos contenidos se proyectan (como aserción, imperativo, pregunta, etc.), distinción que puede ser simbolizada mediante la expresión F(p), donde F representa la fuerza ilocucionaria de la emisión y (p) el contenido representacional. Partiendo de este presupuesto básico es posible llevar el análisis allí donde otros intérpretes han visto los límites de este problemático y controvertido pensamiento. Ha sido habitual entre la crítica considerar que el eterno retorno puede interpretarse o bien como una hipótesis cosmológica o bien como una doctrina ética, considerando que ambas directrices hermenéuticas son mutuamente excluyentes y contrarias. La tesis que aquí se defiende es que es posible llevar a cabo una interpretación integradora del pensamiento usando este marco metodológico con el que se muestra que las presuntas contradicciones internas del pensamiento se deben a la confrontación de los aspectos constatativos y realizativos del lenguaje. Para dilucidar el contenido representacional del eterno retorno se lleva a cabo una indagación de las fuentes de las que se sirvió Nietzsche para recabar argumentos con los que apoyar la comunicación de su doctrina (textos de autores como J.R. Mayer, R. Boscovich, O. Caspari, J.G. Vogt y Zöllner). Los debates cosmológicos surgidos en torno a la naciente termodinámica constituyen un trasfondo ineludible al que se ha de prestar atención para comprender correctamente algunas de las exposiciones en la obra póstuma. Por último, se intenta argumentar que las diferentes estrategias textuales en la exposición del eterno retorno, la diversidad de sus fuerzas ilocucionarias y el contenido representacional con las que estas se componen, están orientadas a maximizar su potencial perlocucionario, los efectos que habrían de derivarse de la emisión de la doctrina. Nietsche se opone a las modernas narrativas teleológicas de la historia en las que se contempla la situación actual como un resultado necesario de los acontecimientos del pasado. Por otro lado la técnica, los dispositivos de instrucción surgidos de la revolución industrial, y la moderna sumisión al trabajo, que impone una procesualidad autofinalista guiada por el incremento de valor en el intercambio de mercancías, somete a los individuos a una expropiación del tiempo. El eterno retorno rompe con la interpretación lineal del tiempo histórico, implica una manera diferente de apropiarse del pasado asumiendo que el acontecer es fruto de una disposición azarosa donde no cabe hablar de un ordenamiento trascendente, pero representa también la posibilidad de encarar activamente la vivencia del presente. En la medida en que el proceso de lectura de la exprimentación lingüística nietzscheana mediatiza una reconfiguración de los presupuestos que sostienen la cosmovisión del receptor, la palabra y el pensamiento devienen acciones capaces de sentar las bases para una transformación con repercusiones sociales. Se trata de alumbrar un nuevo tipo de humanidad más libre, capaz de apropiarse de su propio tiempo y hacerse cargo del eterno retorno como "esa fórmula suprema de afirmación a que puede llegarse en absoluto".