Eclesiásticos franceses exiliados en España al tiempo de la revolución (1791-1815)

Resumen

POR SU NEGATIVA A JURAR LA CONSTITUCION CIVIL DEL CLERO, VOTADA POR LA ASAMBLEA LEGISLATIVA EN JULIO DE 1790, VINIERON DESTERRADOS A ESPAÑA 19 OBISPOS Y ALREDEDOR DE 7.000 CLERIGOS FRANCESES. EL GOBIERNO Y LA IGLESIA ESPAÑOLA TEMEN QUE ESTOS HUESPEDES, AUN SIN PRETENDERLO ELLOS MISMOS, PUDIERAN SERVIR DE FERMENTO DE IDEAS REVOLUCIONARIAS ENTRE NUESTRAS GENTES. LA REAL CEDULA DE 2 DE NOVIEMBRE DE 1792 ORDENABA, POR ELLO, INTERNARLOS EN CONVENTOS Y ENCARGABA A LOS OBISPOS ESPAÑOLES LA VIGILANCIA DE SU CONDUCTA. AL ARZOBISPO DE TOLEDO, CARDENAL LORENZANA, SE LE ENCOMENDO QUE LOS DISTRIBUYESE EQUITATIVAMENTE ENTRE TODAS LAS DIOCESIS. EL CLERO SECULAR ESPAÑOL, DADO EL GRAN NUMERO DE INMIGRADOS, TUVO QUE CONTRIBUIR TAMBIEN A SU MANTENIMIENTO. LOS CONFLICTOS SURGIDOS ENTRE ANFITRIONES Y HUESPEDES FUERON MAS DE ORDEN ECONOMICO -POR LOS GASTOS QUE OCASIONABA LA ESTANCIA DE ESTOS EN ESPAÑA- QUE IDEOLOGICO. LA CONDUCTA QUE LOS INMIGRADOS OBSERVARON NO LLEGO A INQUIETAR, EN EFECTO, A LAS AUTORIDADES ESPAÑOLAS, QUIENES, TRAS LA PAZ DE BASILEA (1795), QUE CERRO EL CONFLICTO BELICO ENTRE ESPAÑA Y LA CONVENCION, SE NEGARON A EXPULSARLOS DE NUESTRO TERRITORIO, EN LO QUE INSISTIA LA DIPLOMACIA FRANCESA. DICHA NEGATIVA CONTRIBUYO A LA CAIDA DE GODOY (1798). VOLVIERON A SU PATRIA EN 1801, AL SELLARSE EL CONCORDATO ENTRE NAPOLEON Y PIO VII. EN ESPAÑA PERMANECIERON QUIENES DE ELLOS NO ACEPTARON LA NORMATIVA CONCORDATARIA -EL OBISPO COUCY, ENTRE OTROS-Y CONOCIERON, ASI, NUESTRA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.