José Ramón Mélida y la historiografía arqueología en España entre 1875 y 1936

  1. CASADO RIGALT, DANIEL
Dirigida por:
  1. Martín Almagro Gorbea Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 12 de septiembre de 2005

Tribunal:
  1. Gonzalo Ruiz Zapatero Presidente
  2. Santiago Montero Herrero Secretario
  3. Jorge Maier Allende Vocal
  4. Jaime Alvar Vocal
  5. José Beltrán Fortes Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 125058 DIALNET

Resumen

Jose Ramón Mélida puede considerarse como el arqueólogo español más representativo del más de medio siglo que transcurre en la etapa comprendida entre 1875 y 1936. Conformó un estilo de arqueólogo heredero de la tradición anticuaria precedente, que supone depurar e innovar para imprimirle nuevos aires en sintonía con los principales positivistas y científicos. Consiguió reducir la distancia existente entre la arqueología española y la europea, gracias, en parte, a sus contactos con los hispanistas franceses. Trató de europeizar y despolitizar la ciencia española con el fin de conseguir su autonomía científica. Mélida representa el acercamiento gradual a la arqueología científica, desde una arqueología condicionada por pautas artísticas e incluso literarias. Se vio inmerso en un contexto dominado por arqueólogos extranjeros que acapararon buena parte de la arqueología española, recibiendo unas altas dosis de formación francesa. Si su aportación como prehistoriador, limitada a algunas reflexiones acerca de la cerámica y el megalitismo, resulta insuficiente, es incuestionable su contribución en el campo de la Protohistoria. Fue el primer arqueólogo español en adentrarse en la problemática ibérica tras los intentos fallidos de su antecesor Juan e Dios de la Rada y delgado. Participó también las excavaciones de Numancia y Mérida, además de alcanzar la dirección del Museo de Reproducciones Artísticas y del Museo Arqueológico Nacional. Ya en la recta final de su vida, Mélida publicó varios manuales y capítulos de obra sencilopédicas, que resultaron más útiles como libros de consulta que por su relevancia científica. Su aportación como epitológo se redujo a una labor de gabinete y a unos conocimientos teóricos adquiridos más a nivel académico que científico. Desde el punto de vista institucional, el ingreso de Mélida en la universidad española supuso incorporarse a un centro en e