Modernización de la agricultura española y contaminación de las aguas en relación con la aplicación de la política medioambiental de la Unión Europea

Resumen

El factor más importante que ha contribuido a desvelar el problema de la contaminación de origen agrario ha sido la aplicación de la política medioambiental comunitaria en los Estados miembros. En concreto, como consecuencia de la aplicación de la directiva 80/778/CEE, la agricultura va a aparecer en gran parte de la Europa comunitaria como la actividad que contribuía en mayor medida a la contaminación de las aguas de consumo público. Esto dará lugar a la aparición de la directiva 91/676/CEE con el objetivo de prevenir la contaminación de las aguas por los nitratos de origen agrario, a través del fomento de prácticas agrarias no contaminantes. Sin embargo, en España el aspecto regulado por esta directiva, el de la contaminación nítrica de las aguas, aparece como muy secundario, siendo los problemas más graves la sobreexplotación y salinización de los acuíferos subterráneos. En el caso español las medidas contempladas en la citada directiva podrían ser aplicadas de forma rigurosa en áreas de carácter secundario desde el punto de vista de la producción agraria; pero no en comarcas agrarias de mayor importancia. Esta directiva, que considera únicamente objetivos de carácter ambiental al margen de toda consideración de carácter económico, sólo va a poder ser aplicada hasta el punto en que los objetivos medioambientales no interfieran con el objetivo principal de mantener los rendimientos agrarios, estando supeditados los primeros a este último. En la medida en que las medidas agroambientales entren en conflicto con los objetivos económicos, se terminará haciendo caso omiso de las primeras.