Arte en la academiapintores en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (siglo XX)

  1. RECIO AGUADO, ROSA MARIA
Dirigida por:
  1. Víctor Nieto Alcaide Director/a
  2. Francisco José Portela Sandoval Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 15 de diciembre de 2015

Tribunal:
  1. Ana María Arias de Cossío Presidenta
  2. Laura Arias Serrano Secretaria
  3. Juan Bordes Caballero Vocal
  4. María Dolores Antigüedad del Castillo-Olivares Vocal
  5. José María Luzón Nogué Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Esta tesis inicia la investigación de la Pintura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando del siglo XX, centrada entre 1915 y 1975. En 1915 se aprobó el Decreto que permitía a las académicos electos de la clase de profesor, para ingresar en la corporación, entregar como precepto reglamentario una obra artística original y de su mano en lugar de redactar un discurso, como era la práctica habitual. Concluye en 1975 con el fallecimiento de Franco. En total son treinta y cinco los artistas estudiados. Los objetivos han sido los siguientes: - Considerar el ámbito artístico-intelectual de los pintores académicos para obtener un posicionamiento social y cultural que permita distinguir el entorno de la Academia durante dicho periodo. - Investigar y elaborar resultados en los distintos procedimientos de ingreso de los académicos de número pintores comprendidos entre 1915 y 1975. - Examinar los discursos de ingreso de los nuevos académicos y sus contestaciones para extraer sus aportaciones estéticas. - Valorar estéticamente las obras artísticas donadas como documento reglamentario por cada uno de los académicos electos. - Indagar en los conceptos academicismo, modernidad y vanguardia, relacionándolos con los académicos que son objeto de estudio. El estudio de los distintos miembros de la corporación que van ingresando nos permite conocer la evolución artística ocurrida en la Academia. Es indiscutible que lo que ocurre en ella en el período de estudio, es la continuidad y evolución de la herencia artística recibida de los siglos anteriores, teniendo su referencia en los grandes maestros de la pintura española como Velázquez, Zurbarán, Ribera, Murillo y Goya, y también, para algunos, en El Greco. El arte en la Academia unía tradición y novedad. Sin embargo, lo que rechazaba era la vanguardia al considerar que eran movimientos efímeros, rupturistas y generadores de un arte exento de belleza. En el arte de vanguardia veían una práctica carente de disciplina y oficio, otro aspecto muy valorado en el ámbito académico español. El cambio artístico en la Academia se trató de generar en 1966 con la propuesta y elección de Joan Miró aunque no llegaría a ingresar. Habría que esperar a 1984 con la elección de Manuel Rivera, el ingreso de Rodríguez-Acosta (1986) y en la década siguiente con la elección de Rafael Canogar (1996) y Luis Feito (1997). Los pintores que nos ocupan no todos siguen una misma tendencia. Se podrían agrupar en diversos apartados: pintores academicistas ortodoxos; academicistas con contactos con la modernidad; y, por último, los pintores académicos renovadores. La clasificación que hemos realizado no pretende ser estricta, pues de hecho algunos artistas podrían estar en varios grupos a un tiempo dependiendo de si nos fijamos en alguna de sus obras o en algún momento de su trayectoria. La agrupación nos ha servido para encontrar elementos comunes entre los académicos sin pretender etiquetar ni valorar a los pintores que se encuentran en uno de los grupos o en otro. El arte contemporáneo español es mucho más rico y variado que una sucesión de movimientos de vanguardia. Los artistas académicos no son tan dogmáticos ni uniformes como algunos podían creer. Pese a estar próximos a la tradición, presentan y ofrecen un lenguaje renovado. En los años estudiados, la pintura en la Academia no es vanguardista, pero son muchos los pintores que muestran su relación con la modernidad. En el periodo que nos ocupa no se puede negar la evolución y modernidad respecto a las décadas anteriores, pero lo mismo se puede decir de lo que ocurriría en los siguientes períodos.