Del pueblo indefenso al defensor del pueblola socialización de los derechos humanos en México (1968-1992)

Resumen

Este trabajo estudia el proceso de socialización del discurso y las normas de derechos humanos en México durante el período 1968-1992; es decir, desde la represión al movimiento estudiantil y sus consecuencias, hasta la consagración constitucional de la figura del ombudsman nacional o defensor del pueblo e instituciones análogas en todos los estados de la República. Se adopta un enfoque constructivista y una serie de herramientas teóricas desarrolladas dentro de la disciplina de Relaciones Inte rnacionales para responder a dos preguntas centrales: ¿Qué condiciones hicieron posible la socialización de los derechos humanos en México?; b) ¿Cuáles fueron los mecanismos causales y constitutivos a través de los cuáles se registró este proceso? Se argumenta que la incorporación del paradigma de los derechos humanos en México fue el resultado de un proceso de socialización normativa encabezado principalmente por las organizaciones de la sociedad civil (OSC) de derechos humanos nacionales e int ernacionales. Este proceso ocurrió dentro de un contexto social internacional cambiante que estableció condiciones para la evolución del estatus o centralidad de la normas de derechos humanos en México. Las OSC actuaron como vehículos para la difusió n transnacional (desde la sociedad internacional hacia México) y nacional (dentro de México) de dichas normas. A través de su trabajo las OSC lograron: a) introducir el referente de los derechos humanos en el discurso político y social; b) problemati zar la vigencia de estos derechos en el país desvelando su frecuente violación; c) convertir el asunto en una cuestión política y socialmente relevante. Con ello el movimiento de derechos humanos contribuyó a modificar las representaciones colectivas de los mexicanos sobre lo que constituye el ejercicio legítimo del poder y, a su vez, favoreció la redefinición de los intereses de las autoridades gubernamentales en este campo. Finalmente esto dio pie a la institucionalización y, por ende, a la es tabilización y la reproducción social de la agenda de los derechos humanos en México.