Por su fe, por su nación y por su reyla identidad española en la Edad Moderna (1556-1665)

Laburpena

Este estudio analiza las características y evolución de la identidad nacional española en el periodo que va del acceso al trono de Felipe II a la muerte de Felipe IV (1556-1665), considerado de especial relevancia en este sentido. La idea de la exist encia de identidades nacionales en la Edad Moderna no es unánimemente, ni siquiera mayoritariamente aceptada en el panorama académico actual; por ello, la investigación aborda en su parte inicial el debate teórico en este sentido, desde una perspecti va general, y a partir del análisis de las distintas teorías sobre el origen de la nación, y de una discusión histórica y semántica. Tras argumentar en favor de la existencia de identidades nacionales en la Edad Moderna, el estudio se centra en el c aso español. Se sostiene en este sentido que las perspectivas que sitúan el origen de la identidad nacional española en el siglo XIX, señalando a la Guerra de Independencia o incluso fechas posteriores como el momento histórico fundacional, deben ser revisadas. En ocasiones este planteamiento resulta de una consideración de la identidad nacional como indisolublemente unida a la idea de soberanía nacional. Esta opción no obstante, se argumenta en este estudio, resulta en lo conceptual excesivamen te restrictiva, y escasamente operativa. Siendo la identidad nacional una construcción cultural, la forma concreta que ésta adopta resulta de la convergencia de distintos discursos, construcciones simbólicas y fenómenos culturales, que se convierten por tanto en aspecto central del estudio de ésta. El presente trabajo realiza un análisis en profundidad en este sentido en relación al caso español, incidiendo en algunos temas sobre los que no se había realizado previamente una aproximación sistemá tica y en profundidad. Entre ellos cabe destacar la idea de nación elegida aplicada al pueblo español, la popularización de la explicación geográfico-climática de la diversidad humana a partir de una recuperada tradición greco-latina, o el papel de F rancia y los franceses como un referente permanente frente al cual afirmar una identidad colectiva desde un discurso crecientemente xenófobo.