Ironía, humor y juego en los discursos estéticos de la modernidaduna mirada a través del postismo
- ACEVEDO GARCÍA, PEDRO PABLO
- Fanny Rubio Doktormutter
Universität der Verteidigung: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 01 von Juli von 2015
- Emilio Peral Vega Präsident
- María del Mar Mañas Martínez Sekretärin
- María Ángeles Hermosilla Álvarez Vocal
- Julia María Barella Vigal Vocal
- Pedro Aullón de Haro Vocal
Art: Dissertation
Zusammenfassung
Esta Tesis muestra el desarrollo de una doble hipótesis de partida: 1) la ironía romántica ocupó una posición central en el ámbito de la alta especulación estético-filosófica del Romanticismo germánico; 2) la Vanguardia fue el resultado de una evolución coherente de las ideas estéticas alumbradas por los románticos alemanes. En tal sentido, el epíteto romantische no limita el concepto de ironía a una significación temporal que se circunscriba rigurosamente a los últimos años del siglo XVIII y primeras décadas del XIX, sino que, por el contrario, remite a una constante configuradora de la Modernidad que se extiende desde los románticos del Círculo de Jena hasta el Surrealismo de París, cuya estela se compone de múltiples movimientos epigonales como el Postismo. Así pues, el adjetivo «romántico», lejos de reducirse a una mera coloración histórica de la Modernidad, condensa sus cualidades esenciales. En el primer bloque de nuestra investigación tratamos de dilucidar, al hilo de las explicaciones más autorizadas, el alcance dialéctico de la ironía romántica, concepto urdido en el entramado de ideas que claramente desbordan los límites de la poética para darse también en lo estético, en lo político e incluso en lo metafísico. Procurando ser fieles al espíritu filosófico que animó los escritos de Federico Schlegel y de Novalis (entre otros nombres del Romanticismo universal) al abrigo de las especulaciones de J. G. Fichte y F. W. J. Schelling, hemos tratado de construir una base teórica unificadora de la ironía que comprendiera interpretaciones alternativas (como la de Hegel), salvando la dificultad de su concepción fragmentaria y, no obstante, respetando la irreductibilidad originaria del objeto de nuestras indagaciones. La consideración del juego como dinámica inherente al Witz en cuanto que forma poética de la ironía, y la deducción del humor como corolario moral-afectivo de la ironía del pensamiento, nos apercibe de la íntima conexión que guardan dichas categorías estéticas. En el segundo bloque, procedemos a la contextualización histórica y literaria del Postismo, a los avatares de su propia constitución interna y a la significación retrospectiva de su potencial renovador; todo ello con vistas a calibrar la raíz romántica de sus presupuestos estéticos, asumida conscientemente o por acción de una especie de memoria involuntaria a través del legado vanguardista. El necesario estudio histórico-comparativo del movimiento postista y de los ismos precedentes (sobre todo, Dadá y Surrealismo, pero también aquellas variantes hispánicas de la última modernidad: postmodernismo, Ultraísmo, Creacionismo, Generación del 27...) se nutre aquí del esquema objetivo de unas determinadas estructuras temáticas que redundan en la explanación de un nuevo horizonte de sentido a partir de unas categorías que finalmente se revelaron esenciales en la conformación de la Modernidad. Finalmente, el tercer bloque de nuestro estudio está dedicado a los fundamentos estético-filosóficos que soportan el andamiaje conceptual del Postismo y que se organizan en torno a tres núcleos: el Humor de estirpe cervantina y con trazas de una ironía barroca que se nutre de la tradición literaria del humor romántico, de la comicidad carnavalesca de Rabelais y del humorismo benevolente de la teoría pirandelliana y delaserniana; la Alegría como telos inmanente que dirige el desarrollo de toda actividad poética (pasión matizada por el especial entrelazamiento de pathos trágico y ethos jovial); y el Juego en cuanto que impulsor de las fuerzas vitales, asociado a la risa espontánea, a la inocencia, a la alegre sociabilidad y a la gracia que emana de todo lo bello. De tal modo constatamos que la ironía romántica es la condición de necesidad de la conciencia estética moderna y que ésta, a través de la herencia inmediata de la Vanguardia histórica, cristaliza en el Postismo de un modo particularmente elocuente.