Leonard Cohen en la aldea globalconstrucciones de la identidad y el deseo en su poética

  1. ÁLVAREZ PÉREZ, MARÍA ICÍAR
Supervised by:
  1. Esther Sánchez-Pardo González Director

Defence university: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 21 May 2015

Committee:
  1. Juan Manuel Núñez Yusta Chair
  2. Arno Gimber Secretary
  3. Renée M. Silverman Committee member
  4. Carmen Mata Barreiro Committee member
  5. Christine Lorre-Johnston Committee member
Department:
  1. Estudios Ingleses: Lingüística y Literatura

Type: Thesis

Teseo: 119257 DIALNET

Abstract

Esta investigación aborda el estudio de las obras del autor canadiense Leonard Cohen en la década de los años sesenta con el fin de explorar y contextualizar las cuestiones de identidad y deseo que han marcado la producción del artista canadiense a lo largo de su carrera. Las obras que se han seleccionado para este propósito incluyen colecciones de poesía ¿ La caja de especias de la tierra (1961) y Flores para Hitler (1964); ficción -El juego favorito (1963) y Los hermosos vencidos (1966); y álbumes musicales -Canciones de Leonard Cohen (1967) y Canciones desde una habitación (1969). Esta tesis es, por lo tanto, un viaje a través de las diferentes expresiones artísticas que el poeta de la ciudad de Montreal explora a lo largo de los años sesenta para dar forma a unas inquietudes individuales, artísticas y sociales que contienen las identidades y deseos del artista. El trabajo muestra la evolución de Cohen desde joven escritor y poeta romántico, rebelde y provocador, hasta finalmente cantante de folk en la tradición que Nietzsche recoge en El nacimiento de la tragedia (1872) con la figura del poeta lírico. En este sentido, la evolución de Cohen podría ser fácilmente enmarcada por la expresión de 'La Aldea Global', un concepto que aparece por primera vez acuñado por el filósofo canadiense Marshall McLuhan en su obra La galaxia Gutenberg (1962). Por medio de la tecnología electrónica, McLuhan cree que el mundo se ha contraído en un pueblo o aldea en el que la información se comparte de forma instantánea entre la población. Es en esta nueva era electrónica donde Cohen logra encontrar su público y consigue alcanzar la popularidad, de este modo, el artista aparca su carrera como poeta y escritor de ficción y se sumerge en la profesión de trovador que le permite convertirse en portavoz de su generación gracias a canciones melancólicas y misteriosas que abandonan la forma impresa de 'La galaxia Gutenberg' y abrazan la oralidad de 'La Aldea Global'. Sin embargo, los temas y obsesiones del artista siguen siendo los mismos independientemente de que sean expresados a través de poemas, novelas, o canciones.Diferentes Cohen concurren a lo largo de la década de los sesenta: el romántico, el cínico, el anti-poeta, el beatnik, el inconformista rebelde que denuncia prácticas colonialistas, el provocador que desafía las convenciones sociales, el tradicionalista, etc. Con el fin de acercarse a cada uno de ellos la investigación toma como referencia el trabajo de varios críticos y teóricos canadienses como Linda Hutcheon, Michael Ondaatje, o Stephen Scobie; se apoya así mismo en la biografía de Sylvie Simmons sobre Leonard Cohen, Soy tu hombre: La vida de Leonard Cohen (2012); y además se sustenta en algunas de las obras de relevantes pensadores y filósofos como Mikhail Bakhtin, Gilles Deleuze y Félix Guattari, Marshall McLuhan, etc. Además, la tesis explora y sustenta las interpretaciones de los textos del artista de Montreal en los artículos de diferentes expertos que han estudiado en profundidad la obra de Leonard Cohen.Diferentes Cohen emergen, por lo tanto, en una misma década, pero todos comparten una constante que no es otra que la pasión por la música. Así, tal y como Cohen reconoció en una entrevista concedida al New York Times en el 1969, "Todo lo que escribo tiene guitarras detrás, incluso las novelas" (citado en Simmons 2012: 138). Con esta afirmación Cohen ya estaba anunciando su introducción en el mundo de la música, un arte que le permitiría disolver sus preocupaciones, obsesiones, etc, en los acordes de canciones que misteriosamente fascinaron y aún fascinan al público. Es, por lo tanto, la emoción colectiva de una canción lo que ha hecho de Cohen del gran artista popular de hoy en día.