Construyendo a la mujer idealmujer y censura cinematográfica durante el franquismo (1939-1963)
- GIL GASCON, FATIMA
- Julio Montero Díaz Director
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 20 de junio de 2009
- Francisco García García Presidente/a
- María Antonia Paz Rebollo Secretaria
- John K. Walton Vocal
- Rosa Franquet Vocal
- María Pilar Diezhandino Nieto Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El nuevo régimen, tras la victoria militar, necesitaba convencer, para lo que utilizó todos los medios de comunicación disponibles en el momento. La censura se instauró con el fin de controlar las informaciones que llegaban a la población. Impuesta e n 1937, sufrió importantes modificaciones durante el franquismo. Más dura en los inicios, fue abriéndose tímidamente, haciéndose más permisiva, aunque en ocasiones continuara mostrándose contradictoria y excesiva; como el propio régimen. Tanto los me canismos y organismos de censura como la propia concepción de ésta fueron evolucionando, modificándose no sólo los temas que se podían tratar sino principalmente cómo debían ser tratados. La mujer, como baluarte de la familia y por extensión de la sociedad, fue uno de los principales elementos de vigilancia y control. La mujer es la madre, o la niña que será madre, la persona que educa y enseña a los hijos, futuras generaciones, los principios por los que debe dirigirse su vida. También es la mujer la que recoge y guarda las normas morales que rigen la sociedad. Sin ser la única que debe respetarlas, es especialmente vigilada y juzgada a partir de su adecuación a ellas. Los hombres no sólo imponen unas leyes que sobre todo las mujeres deben respetar, sino que incluso potencian un ideal femenino al que inevitablemente tenderán a parecerse. El ideal franquista de la mujer, que pasa inevitablemente por la cocina, el matrimonio, el recato, la Iglesia y la maternidad, y sus evoluc iones y adaptaciones, es palpable de forma clara en los personajes femeninos de las películas realizadas durante este período. Junto a la mujer perfecta encontramos otras, que sin desviarse de la norma establecida parece presentar una graduación del ideal. Algunas realizan malos actos, siempre en el sentido moral, el único ámbito en el que era, desde el punto de vista social, realmente juzgada la mujer durante aquella época, sin embargo, la caída de estas-que suele acabar de forma miserable o pr ofundamente arrepentidas entrando a formar parte, otra vez, de las mujeres decentes,-refuerza los comportamientos establecidos por las mujeres perfectas.