El descubrimiento del dibujo interior

  1. BULLON DE DIEGO, JOSE MARIA
Dirigida por:
  1. María Luisa Martínez Salmeán Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 25 de junio de 2007

Tribunal:
  1. Pedro Martínez Sierra Presidente
  2. Luis Mayo Vega Secretario
  3. Francisco Lagares Prieto Vocal
  4. María Teresa Escohotado Ibor Vocal
  5. Agustín Valle Garagorri Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 288589 DIALNET

Resumen

En un primer capitulo se plantea un acercamiento histórico al dibujo: comienza con el mito griego del nacimiento de la pintura citado por Plinio, en el -que la emoción y ei entusiasmo -enthousía- se presentan como los impulsores del acto de dibujar, y como medio de descubrir lo asombroso. Después, en ei Renacimiento italiano se propone al dibujo como fuente de todas las artes. Mediante el estudio de Leonardo -que aporta la experimentación y el asombio constantes ante ios medios gráficos- y Miguel Ángel -para quien el dibujo será la hueiia de la genialidad derivada de un trabajo infatigable- se profundiza en el concepto del dibujo como obra fragmentaria y proyecto de la obra artística, donde la propia materialidad y experimentación racional son ios jcetcamientos consustanciales con la práctica del dibujo. A continuación se analiza esta idea de dibujo, la evolución, enseñanza y relevancia uue lúe adquiriendo a través de los siglos siguientes, durante el periodo histórico de las Academias de Arte. i ¡naimente y dentro del arte contemporáneo, se estudia la importancia que poseen las cualidades de la corporeidad y la materialidad del dibujo dentro de la practica moderna. Esta se basa en la unidad existente entre el dibujo a línea y ei dibujo a color o mancha. Dicha unidad viene dada por las propias materias que constituyen las técnicas gráficas y la plasticidad inherente a ellas. Las diferentes técnicas dan como resultado diferentes estrategias de dibu|ar, que son elegidas por los artistas contemporáneos como medio para nombrar la esencia. De esta manera, se propone que por un ¡ado, el dibujo necesita encontrar una materia adecuada para configurarse y, por otro, que la materia posee la capacidad intrínseca para manifestar en si lo trascendente, y que necesita de una técnica o estrategia concreta para convertirse en cuerpo del dibujo, es decir, en la corporeidad de una idea Se llega así a la conclusión del primer capítulo con una propuesta del concepto de dibujar: un dibujo se constituye por cualquier tipo de mancha, línea, coior, gesto, movimiento, utensilio, proceso o estrategia inicial e inmediata, que consigue dotar de una corporeidad a la esencia de la idea que reside en el interior del artista, independientemente del soporte o medio elegido. El segundo capítulo ilustra esta definición mediante ejemplos de artistas contemporáneos vinculados al aspecto mítico y sagrado del acto de dibujar. Comienza con un apartado extenso dedicado a la figura de Joan Miró. En él se analiza las diferentes etapas de su desarrollo como artista, especialmente su importacia como paradigma del artista moderno, que lleva a cabo estrategias de dibujar muy diversas y siempre en contacto con fuerzas telúricas así como su visión mítica y poética del mundo. El siguiente apartado se dedica a ampliar tres de las aproximaciones o acciones de dibujar generales que Miró realizó. Para ello se plantean ejemplos comparativos de otros tres artistas contemporáneos. El primero es Henri Matisse con el que se reflexiona sobre el dibujo de recortes directos de formas de papel coloreado como medio de expresión del sentimiento íntimo del artista. El segundo es Yves Klein quien dibuja con el fuego o mediante las fuerzas naturales para representar lo inmaterial. El tercero es Pablo Palazuelo con quien se estudia el dibujo de signos gráficos como medio de expresión de la geometría intrínseca en la naturaleza del universo. De esta manera se ilega al final de la tesis en el que se proponen las conclusiones finales que se pueden resumir así: dentro del ámbito de la definifión de dioujar propuesta, el acto de dibujar es ante todo un proceso y todo dibujo se configura como un intento de aprehensión de la esencia de las ideas. Ln este intento cualquier materia puede ser considerada como una herramienta de dibujo, ya que la materia y la ¡dea forman una unidad inseparable. El dibujante inicia el proceso buscando aquella materia y proceso que le sea más afín a su sensibilidad y a la necesidad de su ¡dea interior, de su dibujo interior Una vez encontrada, su papel como dibujante que intenta expresar el dibujo interior, será el de intermediario o transmisor entre su irnpuiso creativo interior y la materia, que adquiere la primera corporeidad del dibujo. Y finalmente, ya que este proceso consiste en la plasmación de lo trascendente a través de materiales inmanentes, las acciones de dibujar conllevan en sí mismas un sentido trágico -por la imposibilidad de la consecución piena de sus objetivos- y mítico -en cuanto que supone un intento de manifestar un verdad trascendente.