Bentham en Colombiaun consejero inglés en la corte de Bolivar

Resumen

Jeremías Bentham, hombre razonable e ilustrado, ejerció en Colombia gran influencia e inspiró polémicas y guerras civiles pero finalmente, la fórmula benthamista - la mayor felicidad para el mayor número - resulta una de las definiciones más apropiadas de la democracia, inclusive más que la tradicional del "gobierno del pueblo y para el pueblo". Si los colombianos miramos a nuestro alrededor, nos daríamos cuenta de que todo - el sistema electoral, la masificación industrial, el consumismo, la educación y la salud pública, los medios de comunicación y entretenimiento, la cultura, el deporte, y mil cosas más - siguen el esquema del utilitarismo. Esta asimilación costó dos siglos y empezó a ser importante a través de Bolívar, El Libertador. Bolívar sentía enorme admiración por Inglaterra, hasta el punto de proponerle a la Corona inglesa hacer de Colombia un protectorado británico a cambio del Canal de Panamá. La anglomanía contagió a toda la sociedad colombiana. Sin embargo los letrados, una clase que detentaba el poder en la Nueva Granada, se sintieron traicionados y consideraban que el mismo Bolívar era el más peligroso de los caudillos, un César que debían eliminar. Ellos conformaban el partido de los constitucionalistas en contra de los militares. Al final de sus días, desengañado y enfermo, Bolívar pensó emigrar a Inglaterra. Sus últimas palabras, en medio del delirio, fueron: "Vámonos... vámonos... Etsa gente no nos quiere..." Si Bolívar no siguió los fundamentos benthamistas, una corriente se disputaba sus textos. Santander visitó al filósofo en Londres. Restauró después de la muerte de Bolívar los textos de derecho de Bentham en la Universidad. Ezequiel Rojas, "el padre de la filosofía liberal" es el gran propagador del utilitarismo. En su cátedra se van formando legiones de alumnos que más tarde van a formar el partido radical de Colombia. ¿Habrá habido en Colombia una generación más entusiasta, más transparente? Fueron más románticos que los románticos. Lucharon y murieron por sus ideas: libertad de imprenta, abolición de la pena de muerte, libertad religiosa, igualdad, ningún ejército, educación pública, libre mercado. No hubo ninguna libertad individual que no consagraran. Estaban tan orgullosos de su constitución que se la enviaron a Víctor Hugo, que no dudó en exclamar:" Ah, es una constitución para ángeles..." En el siglo 20, Colombia ha seguido, con excepciones pasajeras, un derrotero demócrata y legalista, gracias a...