Política criminal y delincuencia organizadaespecial consideración del fenómeno terrorista

Laburpena

El análisis de las medidas penales y de persecución criminal destinadas a la prevención y castigo de los delitos o sectores delictivos que suelen clasificarse dentro de la delincuencia organizada, exige no sólo reducir la cuestión a valorar el considerable incremento de peligro o de lesión a bienes jurídicos de superlativa importancia que trae consigo la actuación coordinada sistemáticamente en grupo, sino ponderar una serie de factores criminológicos que esta clase de criminalidad asociativa ha venido adquiriendo y poteniando en una sociedad global cada vez más evolucionada. Todo ello requiere de la implementación de acciones multilaterales que permitan unificar criterios sobre las conductas que han de ser objeto de reproche penal y que gara nticen que éste se aplicará de acuerdo a la gravedad del delito. Esa es la dirección que ha tomado la política criminal en materia antiterrorista, que ha apelado por la construcción de una plataforma normativa universal que sirva como referente a otros acuerdos regionales y bilaterales. Pocos han sido, sin embargo, los esfuerzos de la Comunidad internacional para salvaguardar las garantías penales y procesales penales de las personas sometidas a investigación, procesamiento o castigo por delitos de terrorismo. Seguridad versus Estado de Derecho.