Espacio escuchado. Investigación sobre prácticas artísticas contemporáneas que utilizan el sonido como medio para definir espacios

  1. Concha García González
Dirigida por:
  1. Jaime Munárriz Ortiz Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 02 de julio de 2012

Tribunal:
  1. Agustín Martín Francés Presidente
  2. Lidia Benavides Secretaria
  3. Carmen Pardo Salgado Vocal
  4. Diego José Díaz García Vocal
  5. Javier Chavarria Diaz Vocal
Departamento:
  1. Diseño e Imagen

Tipo: Tesis

Resumen

El camino recorrido por el sonido hasta poder ser considerado como Gestalt, entendida como proceso de formación, como conjunto de masas sonoras elásticas, como morfologías en transformación desplegadas en el espacio, siguiendo direcciones y trayector ias relacionadas directamente con nuestra manera de conceptualizar y de sentir, comienza con la posibilidad de la separación de la voz del cuerpo que la emite, con la extensión del concepto de música hasta lo considerado extra-musical y ruido, con la emancipación de los sonidos de sus causas y la posibilidad de transcripción en forma escrita de lo que hasta el momento había sido sólo audible. A partir de las vanguardias históricas, el sonido comienza a formar parte del material plástico que el a rte, como código de espacios representacionales, utiliza para transformar y re-conformar espacios. El sonido persigue, desde entonces, y adoptando estrategias diversas, un cambio, modificación y posterior apropiación de las prácticas habituales de es pacio y de escucha. Por su relación con la intimidad subjetiva y con el cuerpo, y dado el papel que las ciencias cognitivas atribuyen a nuestra experiencia corporal multimodal para conceptualizar y estructurar nuestro pensamiento, el sonido puede ado ptar el papel de elemento relacional, situacional, direccional como morfología que permite transformaciones de manera dinámica, eficaz y pre-lingüística. El acto de componer, entendido como posibilidad de creación de nuevas contextualizaciones y cond iciones del material y la escucha, de creación de nuevos códigos, supone la invención del mensaje al mismo tiempo que la lengua. El sonido desensamblado y re-compuesto, puede re-semantizar y cuestionar, puede contribuir a permitirnos escapar del hábi to y la institucionalización de las prácticas espaciales. Por medio de formas sonoras distribuidas en el espacio, podemos crear nuevos lugares que propicien nuevas formas de percepción, conocimiento y relaciones en los que aparezcan de nuevo en el es pacio social el cuerpo, el grito y el gesto: los ruidos de la vida y del cuerpo.