Efectos cardiovasculares de los antiinflamatorios no esteroideos en la población general
- Francisco José de Abajo Iglesias Director/a
- Paloma Ortega Molina Codirector/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 13 de mayo de 2008
- Paloma Astasio Arbiza Presidenta
- Leonor Laredo Velasco Secretaria
- Dolores Montero Vocal
- Ana Ruigómez Sánchez Vocal
- Juan de Mata Donado Campos Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Los antiinflamatorios no esteroides (AINE) son uno de los grupos terapéuticos más utilizados. La mayoría de los efectos tanto beneficiosos como lesivos de los AINE se han vinculado a su capacidad de inhibición de la síntesis de prostaglandinas. La seguridad de estos fármacos con respecto a sus efectos gastrointestinales ha sido analizada en numerosos estudios farmacoepidemiológicos. Sin embargo se ha estudiado mucho menos la asociación entre estos fármacos y las afectaciones cardiovasculares graves. Estudios publicados vinculan a los AINE tanto con el desarrollo de insuficiencia cardíaca como con insuficiencia renal aguda, pero poco se sabe sobre el efecto de la dosis y la duración del tratamiento, el riesgo de los AINE individuales, y sobre el papel de la comorbilidad o el uso de otra medicación potencialmente nefrotóxica. Con el fin de estudiar todos estos factores, se llevaron a cabo dos estudios epidemiológicos que se describen en este trabajo, mediante dos diseños de caso-control anidado y utilizando los datos procedentes de la base de datos General Practice Research Detabase (GPRD) que contiene datos clínicos recogidos por los médicos generales del Reino Unido. En el primero se estudió la asociación entre el uso de AINE y la ocurrencia de una primera hospitalización por insuficiencia cardíaca. En el segundo estudio se evaluó la asociación entre el uso de AINE y una primera aparición de insuficiencia renal aguda. Los resultados en el primer estudio mostraron que los usuarios actuales de AINE tienen un 30% más de riesgo de sufrir una primera admisión hospitalaria por insuficiencia cardíaca que la población general. El riesgo fue especialmente alto en pacientes con historia de insuficiencia cardíaca y al inicio de la terapia. Los resultados no mostraron un claro efecto de la dosis ni de la vida media plasmática. Cuando los pacientes que llevaban más de un mes tomando antihipertensivos inician tratamiento con AINE aumenta el riesgo de ser hospitalizado por insuficiencia cardíaca. En el segundo estudio encontramos que los pacientes con uso de AINE tuvieron tres veces más riesgo de desarrollar insuficiencia renal aguda, y el riesgo disminuyó una vez que dejaban de tomarlos. El riesgo fue ligeramente más alto en pacientes que llevaban tomando AINE más de un año. No se encontró una clara relación dosis respuesta. Los datos fueron compatibles con una interacción entre uso de AINE e historia de insuficiencia cardíaca y uso de AINE e hipertensión. Cuando estudiamos medicación concomitante, sólo encontramos una posible interacción entre AINE y diuréticos, y entre AINE y calcio-antagonistas. La insuficiencia cardíaca es una causa común de morbi-mortalidad en los ancianos, de ahí que incluso un pequeño aumento del riesgo puede suponer una importante carga de enfermedad en la población general. Los resultados del estudio permiten concluir que los AINE deberían ser usados con precaución en pacientes sin insuficiencia cardíaca previa pero con factores de riesgo tales como diabetes, fallo renal, y en todos aquellos tratados con determinados fármacos para enfermedades cardiovasculares tales como antihipertensivos. Más aún, en pacientes con insuficiencia cardíaca clínicamente estable el uso de AINE podría provocar una descompensación motivo de hospitalización, especialmente en pacientes ancianos. Los resultados del estudio de insuficiencia renal aguda permiten concluir que los AINE deberían ser usados con especial precaución en pacientes con un volumen de plasma circulante bajo y/o en pacientes con una función renal comprometida, tales como pacientes con insuficiencia cardíaca o hipertensión.