Alfonso reyes y el nacimiento del estado nuevo brasileño (1930-1936)
- ENRIQUEZ PEREA ALBERTO DONATO
- Pedro Pérez Herrero Director
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 14 de septiembre de 2004
- Octavio Ruiz-Manjón Cabeza Presidente
- Juan Carlos Pereira Castañares Secretario
- Marisa Noemí González de Oleaga Vocal
- Víctor Peralta Ruiz Vocal
- Julimar da Silva Bichara Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El embajador de México, Alfonso Reyes, llegó a Brasil en 1930 cuando una generación de intelectuales y hombres de cultura despuntaban con una obra excepcional. La crisis económica de 1929 puso al descubierto una vez más que Sao Paulo era el centro de la vida económica y política nacional. Y las elecciones presidenciales de 1930 evidenciaron que la forma de hacer política bajo el cuño de los patricios paulistas no era la que necesitaba Brasil. Entre las figuras prominentes de la política brasileña se destacaó un gaúcho, Getúlico Vargas, que creía que era la hora de modernizar la estructura jurídica-política de su país. No fue posible realizar ese cambio a través del voto sino a través de una revolución que encabezó en octubre de 1930: La Revolución de Octubre. A partir de esta fecha el embajador de México fue escribiendo notas reservadas, informes políticos y correspondencia diplomática y personal , así como anotaciones en su Diario aún inédito, que hacen de este material no sólo el testimonio de un hecho de tanta trascendencia en la vida política brasileña sino del análisis histórico y político de un acontecimiento que dio origen al nacimiento del Estado novo. El nacimiento de este Estado tuvo dos grandes periodos. El primero, llamado gobierno provisional (1930-1934), y el segundo, conocido como la Segunda República (1934-1937). El primero se caracterizó por oscilar entre la Constitución y la dictadura; el segundo, por el naufragio de la Constitución que llevó al país a la dictadura. Hay que advertir que Reyes salió de Brasil a mediados de 1936 y por eso termina este trabajo en ese año. Sin embargo, los documentos diplomáticos escritos por Alfonso Reyes dan cuenta de los constantes atropellos que sufrían los brasileños. Ya no pudo seguir observando la vida política de este gran país sudamericano porque iba a desempeñar una nueva misión diplomática. El Estado que vislumbre resultó poco