La voz desvelada de Blanca Varela

  1. MUÑOZ CARRASCO, OLGA
Dirixida por:
  1. Luis Sáinz de Medrano Director

Universidade de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 07 de xullo de 2004

Tribunal:
  1. José Paulino Ayuso Presidente
  2. Niall Binns Secretario
  3. Helena Usandizaga Lleonart Vogal
  4. María del Rocío Oviedo Pérez de Tudela Vogal
  5. Gema Areta Marigó Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 101990 DIALNET

Resumo

Esta tesis doctoral constituye un estudio del sujeto poético a través de toda la obra de la peruana Blanca Varela (1926). La hipótsis de lectura propuesta sostiene que la voz poética se construye a lo largo de los libros como una trayectoria de indagación y posterior asunción de la realidad. La primera parte de la tesis ofrece un contexto para ubicar la creación de la autora. Incluye una biografía, un análisis de algunos de los movimientos y figuras más influyentes en su obra (surrealismo y existencialismó; César Moro y Emilio Adolfo Westphalen), y finalmente una aproximación a la Generación del Cincuenta peruana, polémico grupo al que generalmente es adscrita Blanca Varela. La segunda parte se detiene en algunos aspectos fundamentales de la figura del sujeto poético con el fin de ofrecer un marco teórico adecuado para el posterior análisis textual. En primer lugar, se destaca la relevancia del sujeto en el poema, y por tanto la pertinencia de su estudio. Se intenta señalar igualmente cómo se configura esa voz y en qué sentido se diferencia del escritor real. Puesto que la de Blanca Varela es una poesía indagatoria, se propone un análisis de la palabra poética entendida como una forma especial y matizadísima de conocimiento. La poesía se presenta entonces como ejercicio de exploración constante que desemboca por fin en el cuestionario de la propia palabra desde la palabra, esto es, en una propuesta metapoética. Todo este segundo bloque, aunque eminentemente teórico, establece conexiones constantes con la poesía de Blanca Varela, para cuyo análisis ha sido creado en definitiva. La tercera parte profundiza en los poetas de la peruana para rastrear el sujeto textual desde el primer libro (Ese puerto existe, 1959) hasta el último (El falso teclado, 2001). Muy fragmentada al principio, la voz asume una vigilancia constante sobre el mundo que implica un cuestionamiento y registro de la realidad incansables