El poder judicial de la federación y el proceso de democratización en México

Resumen

Siguiendo la tendencia hacia la consolidación de sistemas democráticos constitucionales que se inició en Europa Occidental despúes de la Segunda Guerra Mundial, en los años 80 los países de América Latina, incluyendo México, inician igualmente un proceso de democratización o de retorno a la democracia, pero también de liberalización económica. Ello requirió la aprobación de una serie de reformas jurídicas y políticas de profundo alcance, incluyendo el establecimiento y perfeccionamiento de una jurisdicción constitucional. En el contexto de esta misma tendencia, en los últimos veinticinco años se han vivido en México sustanciales cambios políticos y jurídicos. Los primeros se refieren al establecimiento de un sistema democrático, y los segundos a las reformas que en materia de justicia se han llevado a cabo durante ese periodo. Las más importantes fueron las de 1987 y 1994, cuyo objetivo principal fue darle al Estado mexicano una orientación marcadamente constitucionalista, otorgándole a la Suprema Corte de Justicia el carácter de tribunal constitucional. La reforma de 1987 transfirió a los tribunales colegiados de Circuito (creados en 1951) la facultad para resolver en última instancia los juicios de amparo que involucran cuestiones de legalidad, con lo que la Suprema Corte se centró en los asuntos de constitucionalidad. Continuando con esta tendencia se llevaron a cabo otras tres reformas en 1994, 1996 y 1999 durante el gobierno del Presidente Zedillo. En la más importante, la de 1994, cabe destacar, la intención de convertir a la Suprema Corte de Justicia en un tribunal constitucional sin perder las atribuciones como tribunal supremo, así como la creación del Consejo de la Judicatura Federal como órgano administrativo del Poder Judicial de la Federación y el establecimiento de la carrera judicial mediante concursos de oposición, para fortalecer la independencia judicial. El presente trabajo