El hábito de fumar como condicionante del estado nutricional en población femenina

Resumen

Los hábitos alimentarios tienen una especial importancia en colectivos de mujeres en edad fértil, ya que durante esta etapa se es más vulnerable de sufrir deficiencias nutricionales. El tabaco agrava aún más esta situación, ya que, además de los efectos negativos que el tabaco ejerce sobre la salud, los fumadores, tanto activos como pasivos, mantienen un peor patrón alimentario. Por ello, en el presente estudio se ha valorado la situación nutricional de un grupo de mujeres jóvenes fumadoras, fumadoras pasivas y no fumadoras, mediante el estudio dietético, antropométrico, hematólogico y bioquímico. Además, se ha estudiado la densidad mineral ósea en función del consumo de tabaco. Los resultados obtenidos permiten concluir que el hábito de fumar se asocia con un menor consumo de cereales, legumbres, lácteos, verduras y aceites, mientras que el de bebidas alcohólicas es superior. Por otro lado, las fumadoras ingieren una cantidad inferior de algunas minerales y vitaminas. El tabaco influye desfavorablemente en las concentraciones de lipoproteínas séricas y el estatus de vitaminas en sangre, incluso al ajustar por factores que pueden modificar los resultados, como lo son los dietéticos. Así, las concentraciones de vitamina C plasmáticas son inferiores en el grupo de fumadoras, así como en aquellas cuyas cifras de cotinina urinaria son más elevadas y al aumentar el número de cigarrillos fumados. Además la cianocobalamina sérica se ve disminuída en fumadoras, y el ácido fólico en sangre es inferior en fumadoras, activas más pasivas, respecto a no fumadoras. En conclusión, tanto el consumo de tabaco como la dieta más incorrecta contribuyen a la aparición de alteraciones nutricionales en fumadores, que pueden estar vinculadas a la aparición de numerosas enfermedades.