Poder político y administración de justicia

Résumé

En nuestra tesis sobre poder político y administración de justicia en la España Barroca hemos pretendido demostrar las profundas conexiones que se advierten en época moderna entre el ámbito político y el mundo jurídico cuando existen conflictos jurídicos de por medio. En principio, toda una tradición que arranca desde la Baja Edad Media trata de diferenciar los dos planos del gobierno y de la administración de justicia, superada ya la fase anterior en donde la justicia cubría todos los aspectos políticos imaginables. Pero conforme se afirman los ideales de la Monarquía absoluta resulta difícil, en momentos especialmente conflictivos, dejar un campo exento -conforme a una concepción idealista- para la administración de justicia. En cualquier caso, siempre existirán sectores especialmente proclives a la intervención política. Tal es el caso de la serie de rebeliones, motines y tumultos que se suceden a lo largo del siglo XVI con algunos antecedente previos. Aquí el poder poder político tiene que actuar, de una u otra forma, si quiere perdurar. Pero las modalidades de actuación varían de unos casos a otros, no es lo mismo la represión que se aplica a las revueltas de Palermo, que a las Nápoles o a las Mesina, por citar ejemplos italianos, a la sazón pertenecientes a la Monarquía española. Por otra parte, el poder político se enfrenta con un grave problema: el de las jurisdicciones especiales. De ahí que nos hemos ocupado de valorar el alcance y significado de la actuación del poder políticos en estos "territorios exentos" en lo que a jurisdicción se refiere. Y aquí sucede lo mismo, la actuación del poder político dependerá de los temas y de la conyuntura por la que atraviese el momento histórico elegido. Por los demás, el poder político del que venimos hablando no puede dejar de ejercer un control sobre las actividades judiciales. Ese control se manifiesta, fundamentalmente, en pesquisas, visitas y ju