Historia de Cidra. Formación de un pueblo en el periodo colonial español, 1807-1868
- ORTIZ ORTIZ, FRANCES
- Laura González Pujana Directora
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 12 de diciembre de 2002
- María Concepción Bravo Guerreira Presidenta
- Carmen Alicia Alonso Sagaseta Secretaria
- María Emelina Martín Acosta Vocal
- María del Carmen Ruigómez Gómez Vocal
- María Isabel Pérez de Colosía Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La presente investigación trata de un estudio social e histórico, donde se documenta, analiza y narra como se origina y desarrolla un pueblo en la isla de Puerto Rico. Se refiere al origen o pasos iniciales de un pueblo puertorriqueño llamado Cidra. El tiempo se enmarca entre los años 1807 y 1868; periodo colonial español. La elección del pueblo de Cidra como objeto de análisis no ha sido casualidad, siendo de vital importancia no dejar rezagado el sector de la montana y poder compararlo con los pueblos de la costa. El problema principal que se plantea es: primero, porqué se fundó el pueblo de Cidra?, segundo, que necesidad hubo de establcerlo?, tercero, quienes incitaron a ello?, cuarto, como los vecinos lograron transformar sus vidas con el paso del tiempo?, quinto, que tipo de economía prevalecía?, y sexto, que influencia tiene la mujer dentro del factor social, económico, político, etc.?. Hipotéticamente hablando, el propósito fundamental para su formación fue establecer un nuevo pueblo y una parroquia para satisfacer las necesidades espirituales y materiales del poblado. El motivo espiritual comprendía la construcción de una iglesia y el motivo material el proveer la satisfacción de unas necesidades económicas y sociales. A manera de resumen, se intenta ahondar en las vidas de los (as) campesionos (as) de esa época y la forma en que se organizaron para crear un nuevo pueblo. En dicha forma es muy probable que existiese cierto incentivo proveniente de los vecinos y no necesariamente de la metrópoli. La promoción del expediente comenzó en el año 1807. En 1809 fue concedido un poder a Don Victoriano de Rivera para fundar un nuevo pueblo. La iniciativa fue de un grupo de vecios, no de las autoridades locales y tampoco de la Península.