Definición morfológica del epitelio sensorial olfativo en los mamíferos
- Barrios Santos, William Arthur
- Ignacio Salazar Beloqui Director/a
- Pablo Sánchez Quinteiro Codirector/a
Universidad de defensa: Universidade de Santiago de Compostela
Fecha de defensa: 02 de diciembre de 2014
- Jose Antonio Vega Alvarez Presidente/a
- José Manuel Cifuentes Martínez Secretario/a
- Mónica López Peña Vocal
- Jose María Bautista Santa Cruz Vocal
- Dolores Prieto Ocejo Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La enorme diversidad morfológica del sistema olfativo en mamíferos impide realizar extrapolaciones de datos anatómicos entre especies. La información que se dispone hoy en día sobre la constitución y configuración de las distintas estructuras que integran el sentido del olfato ha sido proporcionada principalmente por el estudio del ratón, el modelo universal para el tema. Sin embargo, el modelo olfativo del ratón no parece ajustarse a la realidad de lo que sucede en otras especies de mamíferos. De este modo, decidimos comprobar morfológicamente hasta qué punto los modelos olfativos son extrapolables de unas especies a otras, para ello empleamos tres mamíferos macrosmáticos: el ratón, el perro y la oveja. Así para el análisis de las características morfológicas olfativas de estas especies realizamos en todas ellas una metodología similar que consistió en análisis macroscópicos (disección y microdisección) y microscópicos (histología básica e inmunohistoquímica). De este modo, quedaron definidas en el ratón las características estructurales y topográficas de los cuatro territorios de la cavidad nasal en los que existen neuronas sensoriales olfativas, es decir: ganglio de Grüneberg, órgano septal, órgano vomeronasal y epitelio olfativo principal, cuya información puede consultarse en la dirección url del atlas digital: http://www.usc.es/anatembriol/. Una vez definido el modelo olfativo en el ratón realizamos las comparaciones pertinentes con el perro y la oveja. Así estas especies exhibían diferencias en las características morfológicas macroscópicas de sus cornetes nasales, los cuales presentaban variaciones raciales y también individuales, ya que en un mismo espécimen se observaba incluso falta de simetría entre los lados derecho e izquierdo. Asimismo, en modelos del sistema olfativo de otros mamíferos distintos al del ratón, como son los del perro y de la oveja, no existen ni el ganglio de Grüneberg, ni órgano septal, ni componentes asociados a receptores vomeronasales de tipo dos, siendo la ausencia de esas estructuras común en animales adultos, recién nacidos y fetos. Por otra parte, el epitelio olfativo principal de las tres especies estudiadas no es homogéneo desde el punto de vista estructural. Si bien se observa que en la parte superior, posterior y medial de los cornetes el epitelio olfativo tiene por lo general una mejor definición y, por lo tanto, se le supone una mayor capacidad receptora, no es aconsejable establecer un patrón definitivo. Del mismo modo, en una misma sección de un mismo cornete es posible describir diferentes tipos atendiendo al número de capas o estratos que integran el epitelio, a la localización neuronas maduras en la parte apical, media o basal del epitelio; y a la distinta forma, tamaño y tonalidad que puede presentar el núcleo de las células nerviosas. Por lo tanto, la diversidad atribuida al sistema olfativo de los mamíferos es unánimemente aceptada pero muy poco evaluada, esto ha quedado demostrado y cuantificado en el estudio realizado. Asimismo, es imprescindible llamar la atención sobre el hecho de que el modelo morfológico del sentido del olfato en el ratón no es extrapolable sin más a otros mamíferos. Por esa razón, la utilización de especies animales pertenecientes al grupo de mamíferos domésticos para estudiar la olfacción es de gran interés puesto que se establecen modelos propios a partir de los cuales se contribuye al avance del conocimiento del tema en cuestión.