Los salarios ajustados por la calidad de vida y la disponibilidad a pagar como instrumentos alternativos para el diseño de una política económica en el sector sanitariouna propuesta para el caso español

  1. DAVILA CANO, LORENZO
Zuzendaria:
  1. Indalecio Corugedo de las Cuevas Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 2010(e)ko iraila-(a)k 28

Epaimahaia:
  1. Francisco Villota Villota Presidentea
  2. Valentín Bote Gómez Idazkaria
  3. Juan E. del Llano Señaris Kidea
  4. Justo Sotelo Navalpotro Kidea
  5. Álvaro Hidalgo Vega Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 112195 DIALNET

Laburpena

La evaluación económica de proyectos de inversión es una práctica habitual previa a la toma de decisiones en política microeconómica. Esto es así si consideramos proyectos en áreas tan diversas como infraestructuras, transportes, educación y sanidad. Por ello, la puesta en marcha de una determinada política microeconómica requiere una correcta evaluación de las diferentes políticas alternativas. Si buscamos en una economía la ejecución de proyectos que conduzcan a una óptima asignación de los recursos disponibles es obligado aplicar unas reglas rigurosas de selección entre las alternativas posibles. En la práctica, los procesos de evaluación de proyectos han venido dominados por la técnica del llamado Análisis Coste-Beneficio (ACB). Se trata de hacer una evaluación económica rigurosa de los beneficios y los costes asignados a una determinada inversión. Este tipo de análisis siempre presenta numerosas dificultades para la valoración de cada una de estas partidas. Las más corrientes se refieren a la valoración de bienes, servicios o actividades que no se intercambian en el mercado, en cuyo caso hay que acudir a valoraciones indirectas de los precios, como puede ser la Disponibilidad a Pagar (DAP) hacia el bien, el servicio o la actividad por parte del público; en otras ocasiones sí existe tal mercado, pero el problema aquí es que los precios no son competitivos, no se trata de unos auténticos precios-sombra, en cuyo caso es necesario hacer una serie de correcciones. Unas dificultades adicionales para la evaluación de los costes y/o los beneficios vienen dadas por los horizontes temporales en los que se generan aquellos costes y beneficios. Dado que una decisión sobre una inversión se ha de tomar en un momento determinado, será necesaria la actualización de las corrientes futuras de costes y beneficios. Todo ello lo hacemos utilizando las conocidas reglas del cálculo del VAN (Valor Actual Neto) o de las TIR (Tasas Internas de Retorno), que incluyen unos índices de precios esperados para los años futuros y unas tasas de descuento, que traten de reflejar el auténtico coste de oportunidad de la inversión. Finalmente, un nuevo tipo de dificultades se presentan en aquellas áreas como el medio ambiente, l a educación o la sanidad, en las que existen numerosos problemas de definición de los inputs y los outputs incorporados en los diferentes procesos productivos. Preguntas tales como ¿cuál es el output de una inversión en educación o de una inversión e