La Bola de Cristal y su contexto

Resumen

El sábado día 6 de octubre de 1984 se emitió la primera de las casi doscientas entregas de las que constó un programa que acabaría convirtiéndose, en parte por mérito propio y en parte por azar de la oportunidad, en un verdadero fenómeno televisivo. ¿La bola de cristal¿ cuyos iconos y cuyas canciones han acompañado a televidentes de edades y orígenes diversos, forman parte de la memoria televisiva de un grupo de espectadores que siguen preguntándose ¿Qué tiene esta bola ¿? En este artículo se hace un repaso a su origen y evolución y trata de ofrecerse una explicación a su devenir como fenómeno mediático ¿de culto¿. Varias preguntas flotan en el ambiente: ¿Hay verdaderamente una generación ¿bola de cristal¿ o se trata, más bien, de una oportuna campaña de marketing sabiamente planteada sobre una audiencia más bien difusa? ¿Qué tal han envejecido los electroduendes? ¿Qué recuerdan los niños de entonces y que en la actualidad rondan, como mínimo, la treintena? ¿Cuál ha sido, en último término, el legado del emblemático programa? Parafraseando a los electroduendes ¿Hemos conseguido realmente desaprender para desenseñar cómo se deshacen las cosas? ¿La bola de cristal¿ es un catalizador cultural que ve la luz en un contexto social y televisivo muy específico, entre el flujo y el reflujo de una transición democrática recién consolidada y una inusitada eclosión de contracultura urbana, La movida madrileña, que, al margen de cualquier debate, marcó el espíritu de una de las décadas más efervescentes de la historia reciente de nuestro país.