La palabra liberadaLos carteles parisinos de mayo'68

Resumen

E una canción de 1962, Les Bourgeois, Jacques Brel canta cómo unos jóvenes rebeldes salen todas las noches a beber cerveza, a bailar o a ir a casas de alterne. Todas las noches acaban igual: pasando de intelectualizar sobre Voltaire, Casanova o ellos mismos, a insultar a los burgueses que salen del Hôtel de Trois Faisans enseñándoles el culo y cantándoles una cancioncilla soez. Al final de la canción son ellos mismos los que, ya con canas y los pies sobre la tierra, se encuentran ante el comisario de policía denunciando la actitud grosera de unos jóvenes que les increpan a la salida del Hôtel des Trois Faisans. El movimiento de mayo de 1968, en Paris, se habría quedado en una simple macrofiesta, de no haber sido por la arrogancia, la torpeza y la rigidez de los poderes públicos y los partidos establecidos en el sistema que agravaron un conflicto que era menor. No fue así, y lo que empezó como un típico enfrentamiento generacional pasó a convertirse en una de las últimas y más mágicas "revoluciones" del siglo XX. Puro romanticismo.