Psiquiatría crítica en españa en la década de los 70

  1. Irisarri Vazquez, Fabiola
Dirigida por:
  1. Luis Enrique Montiel Llorente Director
  2. Rafael Huertas García-Alejo Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 12 de julio de 2017

Tribunal:
  1. Filiberto Fuentenebro de Diego Presidente
  2. Ángel Luis González de Pablo Secretario
  3. Mariano Hernández Monsalve Vocal
  4. Ricardo Campos Marín Vocal
  5. José Luis Peset Reig Vocal
Departamento:
  1. Salud Pública y Materno-Infantil

Tipo: Tesis

Resumen

A principios de los 50, la experiencia de los psiquiatras militares con el shell-shock tras la segunda guerra mundial, cambia dentro de la psiquiatría la relación entre entorno y síntomas mentales. Los informes del Comité de Expertos de Salud Mental de la OMS establecen principios de prevención, investigación, instrucción y asistencia implican un análisis médico-psicológico de los procesos sociales. Esta normalización coexiste durante los 60 con una lectura distinta que populariza la crítica contracultural. Los proyectos colectivos y los valores posmaterialitas articulan agrupaciones con identidades heterogéneas y de alto nivel de recambio. Junto con el trabajo de los sociólogos, introducen dentro de la comunidad terapéutica los efectos de este cambio de sensibilidad que plantea las consecuencias de la integración institucional. En Europa surgen así un conjunto heterogéneo de propuestas alternativas al modelo médico, individual e institucional. Forman parte de la psiquiatría hasta finales de los 60. Al caracterizarlos como antipsiquiátricos, interactúan con los nuevos movimientos sociales radicalizando su discurso, lo que condiciona sus circuitos de expansión. El objetivo de este trabajo es contextualizar y estudiar las características de la recepción extraacadémica en España del llamado movimiento antipsiquiátrico. Partimos de la definición de Nick Crossley. Para analizar la recepción como un proceso interactivo entre los receptores de la corriente y los antipsiquiatras se ha optado por estudiar los contenidos de Ajoblanco. Analizamos en prensa escrita la movilización en las Clínicas de Ibiza de Madrid por entender que, aunque hubo otras muchas, el caso resulta representativo de un movimiento social susceptible de ser estudiado desde la trilogía de McAdam. Para contextualizar las alternativas críticas, empleamos los informes ya mencionados del Comité de Expertos de la OMS y la literatura profesional de ambas guerras mundiales. Entrevistamos a varios de los psiquiatras que participaron activamente en las movilizaciones profesionales de principios de los 70. Estas conversaciones, que filmamos en formato documental, se transformaron en un proyecto autónomo y decidimos incorporarlas como fuentes orales. Conclusiones: Durante los años 50, el modelo de la neurosis traumática de posguerra normaliza los síntomas neuróticos e impulsa el tratamiento comunitario médico-pedagógico de Maxwell Jones. El reconocimiento de la OMS de un vínculo entre predisposición e institución familiar separa las tareas y da forma al equipo médico-social. A finales de los 60, las interacciones extraprofesionales de los psiquiatras favorecen la aparición de una corriente interna que desplaza la crítica del manicomio a la familia y a la comunidad terapéutica. La antipsiquiatría se expande dentro del marco de los nuevos movimientos sociales. Esta red de consolidación suscita un interés mediático que integra dentro de la psiquiatría las connotaciones positivas de la marginación del underground pero que cuestiona también el modelo clínico de integración. En España la recepción de las corrientes antipsiquiátricas responde a un proceso muy similar. En un medio periférico como Ajoblanco, el marco ácrata y underground fusionó la crítica tecnocrática con la emancipación personal. En el caso del activismo sanitario de las Clínicas de Ibiza, dada la restricción de la política institucional, se sensibiliza desde su papel de expertos. El cariz antiautoritario populariza el movimiento. En ambos casos, se modifica la sensibilidad hacia el enfermo mental. En cuanto a los contenidos profesionales, la recepción fue pasiva. La crítica se organiza contra el manicomio y la psiquiatría reaccionaria de las cátedras. Facilita la formación de redes informales e incipientes proyectos alternativos. A nivel sociocultural, observamos como la psiquiatría participó de la crítica política al Régimen dentro de una compleja red de interacciones.