50 años de ETA¿Es compatible el diálogo y la negociación con ETA con su derrota?

Laburpena

La historia de ETA y toda su trayectoria marca, en cierto modo, la agenda política y de la vida diaria en España, especialmente, en el País Vasco. Lograr acabar con el problema es la ambición máxima de todo aquel que se pone al frente del Ejecutivo, aún mayor cuanto más tiempo va pasando. Lo fue, puede que en menor medida, puesto que había mucho que solucionar, de los Gobiernos de la Transición, lo fue de Felipe González, lo fue de José María Aznar y lo está siendo de José Luis Rodríguez Zapatero. Y no es un tema nada fácil, debido a los múltiples enfoques que aglutina. Por eso, consideramos imprescindible conocer- de cerca a la banda, sus exigencias, su organización, sus estrategias y modus operandi, su entorno y sus intenciones. Sólo así se puede pensar más allá. Sólo conociendo su historia y aprendiendo de los errores del pasado se puede dar un paso más. Negociar o no negociar con los terroristas sigue siendo el dilema clave. Pero para enfrentarse a él hay que tener en cuenta muchos otros condicionantes, entre ellos los propios conceptos que se manejan, tanto de cara a los terroristas, como a la propia sociedad, el apoyo y la colaboración internacional o el papel de las víctimas y de los medios de comunicación. Son éstas las claves que conforman todo un entramado mucho más complejo que supone una organización terrorista como ETA. En estos 30 años de democracia en España, las negociaciones con la banda terrorista han sido un instrumento recurrente para los partidos en el Gobierno y, hasta ahora, inútil.