Utilidad de los marcadores biológicos en la enfermedad inflamatoria intestinal

  1. Miranda García, Pablo
Dirigida por:
  1. Javier Pérez Gisbert Director/a
  2. María Chaparro Sánchez Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 03 de abril de 2013

Tribunal:
  1. Ricardo Moreno Otero Presidente/a
  2. José Maté Jiménez Secretario/a
  3. Luis Alberto González Guijarro Vocal
  4. Luis Alberto Menchén Viso Vocal
  5. Fernando Bermejo San José Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

INTRODUCCIÓN La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) comprende la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU). Ambas enfermedades se caracterizan por presentar un curso crónico en brotes. En la actualidad, la ileocolonoscopia es el patrón oro para determinar el grado de actividad de la EII. Se han empleado múltiples marcadores indirectos para intentar determinar de una forma no invasiva el grado de actividad inflamatoria en un momento determinado, con el objetivo de orientar el tratamiento, predecir el curso de la enfermedad y realizar una valoración adecuada de la gravedad de un brote. OBJETIVOS i) Determinar la concordancia entre los marcadores biológicos más utilizados (proteína C reactiva, orosomucoide, velocidad de sedimentación globular, fibrinógeno, plaquetas, leucocitos, neutrófilos, hemoglobina) y la actividad clínica de la EII. ii) Evaluar la exactitud diagnóstica de dichos marcadores biológicos para la detección de actividad endoscópica en la EII. MATERIAL Y MÉTODOS Se incluyeron prospectivamente 350 pacientes consecutivos en los que se evaluó la actividad clínica y se cuantificaron los niveles de los diversos marcadores biológicos. En 80 pacientes se realizó una ileocolonoscopia por indicación médica mediante la cual se evaluó la actividad endoscópica. Se analizó la exactitud diagnóstica de los marcadores biológicos para detectar la presencia de inflamación a nivel endoscópico. RESULTADOS La concordancia entre los marcadores biológicos y la presencia de actividad clínica fue baja; ninguno de los marcadores estudiados superó un índice kappa de 0,30. Al estudiar la exactitud diagnóstica de los marcadores para la detección de actividad endoscópica, solo el orosomucoide, el fibrinógeno y las plaquetas obtuvieron un área bajo la curva ROC (ABC) aceptable (superior a 0,80) en pacientes con EC. La sensibilidad de los marcadores biológicos fue baja, pero su especificidad alta, de modo que cuando estaban elevados (por encima del mejor punto de corte) indicaban una alta probabilidad de encontrar actividad endoscópica. Tampoco se mostraron útiles dichos marcadores para detectar recurrencia postquirúrgica tras la resección ileocólica en pacientes con EC (ABC < 0,75). En la CU la exactitud de estos marcadores fue aún más baja, con ABC menores de 0,70 para todos los marcadores biológicos. CONCLUSIONES La concordancia de los marcadores biológicos habitualmente empleados con la actividad clínica de la EII es baja. La mayoría de los marcadores biológicos tiene un mayor rendimiento diagnóstico para determinar la actividad endoscópica en la EC que en la CU, siendo los mejores marcadores de lesiones endoscópicas en la EC el orosomucoide, el fibrinógeno y las plaquetas (ABC > 0,80). En general, la sensibilidad de los marcadores biológicos para identificar pacientes con actividad endoscópica es baja; sin embargo, la especificidad es alta. Por tanto, a pesar de que la exactitud diagnóstica es globalmente baja, cuando dichos marcadores biológicos se encuentran elevados debemos descartar la presencia de actividad inflamatoria. Los marcadores biológicos, en general, no se elevan en presencia de recurrencia postquirúrgica endoscópica en la EC.