Nobleza y corte en la regencia de Mariana de Austria (1665-1675)

  1. Crespi De Valldaura Cardenal, Diego
Dirigida por:
  1. José Martínez Millán Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 04 de octubre de 2013

Tribunal:
  1. Feliciano Barrios Pintado Presidente
  2. Manuel Rivero Rodríguez Secretario/a
  3. Carmen Sanz Ayán Vocal
  4. Ángeles Pérez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La tesis se centra en el estudio pormenorizado de lo que se llamaba entonces el cursus honorum de la nobleza titulada. Se puede entender la Tesis como una suerte de diccionario histórico de la regencia de Mariana de Austria, aunque, poco a poco, se desvela que no se trata solo de un diccionario, sino de algo más. ¿Qué papel jugaban estos nobles titulados en el gobierno de España?, ¿qué lugar ocupaban en la jerarquía social?, ¿qué acceso tenían al rey como fuente del poder? Estas son las cuestiones básicas que hemos indagado a través del estudio del cursus honorum de muchos de los titulados de una época determinada que se ha elegido para el presente estudio. Los nobles participaban en el gobierno de la monarquía tanto en los puestos políticos como en los puestos cortesanos. Pero hay una diferencia apreciable e importante entre unos y otros (sin olvidar que podían ocupar ambos al mismo tiempo). La diferencia fundamental es que los puestos cortesanos de las casas reales eran patrimonio exclusivo de los nobles: Mientras que los puestos políticos se podían disputar entre la nobleza, el clero y los letrados, en las casas reales no había disputa, ciertos cargos se reservaban a los nobles titulados. La tesis, en consonancia, ha adoptado una división de los puestos en dos categorías: por un lado los cargos de carácter político que se tratan en la segunda parte y por otro lado los puestos que podríamos llamar netamente cortesanos, que ocupan la primera y la tercera parte de la tesis. Dentro de los cargos políticos se incluyen las presidencias de los distintos consejos de lo que forma el sistema poli-sinodial y aquellos puestos de gobierno de la periferia, especialmente los gobiernos peninsulares y europeos y los virreinatos, tanto europeos como americanos. La segunda categoría de los cargos estudiados -que llamamos cortesanos- corresponden a los asientos de las distintas casas reales, especialmente la Casa del Rey y la Casa de la Reina. Insistimos que nos restringimos solo a los asientos que ocupaban nobles con título, lo cual ocurría, en lo político, en la presidencia de todos los Consejos (excepto en algunos momentos en los Consejos de Castilla y Aragón) y en la mayoría de los ministros del Consejo de Estado, además de los gobiernos y virreinatos. ¿Qué ocurre en las casas reales si nos limitamos a estudiar a las personas tituladas? Aquí encontramos la primera conclusión importante de esta tesis: y es que los asientos que se reservan a la nobleza titulada son los mismos que rodean al rey en todas sus funciones públicas o privadas. Por decirlo, de otro modo, la composición de las casas reales respeta y se rige por la jerarquía nobiliaria: Las jefaturas para los grandes de España, los asientos con acceso al rey para los títulos, y los más alejados para caballeros. Llegamos así a las casas reales y, en concreto, a la Casa del Rey y de la Reina, donde se encuentran las conclusiones más significativas de la Tesis. Formulado de una manera simple lo podríamos resumir en tres proposiciones sobre las casas reales: primero en las Casa Reales hay unos puestos que ocupan, en exclusiva, miembros de la nobleza titulada; segundo: que dichos puestos son los más cercanos al Rey y los únicos que tienen trato directo con su majestad; y tercero: que los jefes que gobiernan las casas reales gobiernan también el acceso al monarca y el entorno regio, es decir la Corte. Estos jefes son, necesariamente, grandes de España. He aquí, en las casas reales, donde realmente reside el poder inalienable de la nobleza sobre los otros estamentos y dentro de la nobleza, de los grandes sobre los títulos. El período de la Regencia nos ha permitido comenzar -con cierto sentido cronológico- con la Casa de la Reina, que al morir Felipe IV se convierte en la casa real que gobernaba todo el espacio regio, es decir, la Corte como espacio físico. La casa real que adquiere ahora todo el protagonismo es la Casa de la Reina. Esto ocurre por primera y única vez durante la monarquía de los Austrias.