Pruebas de función respiratoria

  1. Álvarez Sala Walther, José Luis
  2. Jara Chinarro, B.
  3. de Miguel Díez, Javier
  4. Abad Fernández, Araceli
Journal:
Medicine: Programa de Formación Médica Continuada Acreditado

ISSN: 0304-5412

Year of publication: 2006

Issue Title: Enfermedades respiratorias (VI)

Series: 9

Issue: 68

Pages: 4385-4392

Type: Article

DOI: 10.1016/S0211-3449(06)74441-1 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Abstract

Las pruebas de función respiratoria son una herramienta muy útil en el diagnóstico y el seguimiento de los pacientes que padecen una enfermedad respiratoria e, incluso, no respiratoria (extratorácica). Aportan información sobre los dos aspectos más importantes de la fisiopatología respiratoria: la mecánica pulmonar y el intercambio gaseoso. Para el estudio de la mecánica pulmonar se dispone de pruebas como la espirometría y la pletismografía. La evaluación del intercambio gaseoso puede realizarse, además de por la gasometría arterial, mediante el análisis de la capacidad de difusión alvéolo-capilar para el monóxido de carbono (DLCO). Espirometría. Es una técnica indispensable en la valoración de cualquier enfermo en el que se sospecha una alteración respiratoria. Cuantifica el volumen de aire que el aparato respiratorio puede movilizar en función del tiempo. Permite clasificar los trastornos de la ventilación pulmonar dentro de determinados patrones de anormalidad: a) el restrictivo o de limitación de volumen, b) el obstructivo o de limitación del flujo aéreo y c) el mixto o combinación de ambos. Pletismografía. Es una técnica útil para medir los volúmenes pulmonares estáticos y dinámicos, por lo que es complementaria de la espirometría. Permite confirmar la existencia de una restricción pulmonar, descartar la presencia de un atrapamiento aéreo, detectar precozmente una limitación al flujo aéreo en los procesos obstructivos y completar el estudio de las alteraciones mixtas. Test de difusión (DLCO). Mide la facilidad con la que el monóxido de carbono pasa desde el alvéolo a la sangre del capilar pulmonar y se combina con la hemoglobina eritrocitaria. Esta técnica informa, por tanto, sobre el volumen del lecho capilar pulmonar que permanece en contacto con los alvéolos ventilados, sobre la superficie alveolar útil y sobre el espesor de la membrana alvéolo-capilar.