La verdad en "Ser y tiempo" y el lugar originario de la verdad.

  1. Ruiz Fernández, José
Revista:
Pensamiento: Revista de investigación e Información filosófica

ISSN: 0031-4749 2386-5822

Año de publicación: 2007

Volumen: 63

Número: 235

Páginas: 111-123

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Pensamiento: Revista de investigación e Información filosófica

Referencias bibliográficas

  • HEIDEGGER, M. , Sein und Zeit, Max Niemeyer Verlag, Tübingen, 1993, p. 148. En adelante citado como Ser y Tiempo.
  • HEIDEGGER, M. , Ser y Tiempo, p. 150.
  • HEIDEGGER, M. , o. cit. , p. 223.
  • HEIDEGGER, M. , o. cit. , p. 226.
  • Ib.
  • HEIDEGGER, M. , o. cit. , p. 222.
  • HEIDEGGER, M. , o. cit. , p. 35.
  • HEIDEGGER, M. , o. cit. , p. 36.
  • HEIDEGGER, M. , Los problemas fundamentales de la fenomenología, Gesamtausgabe 24, Klostermann, 1975, p. 466.
  • Por lo demás, y esto es algo en lo que no insistimos, ese «encontrarse situado» que nuestro ejemplo ha ilustrado, puede ser distinguido en distintos modos y niveles.
  • Una bella exposición de lo que estamos diciendo puede leerse en HENRY, M. , L'Essence de la Manifestation, Ed. Presses Universitaires de France, 1963, pp. 419-472. Con todo, esta exposición se hace desde el supuesto, que no comparto, de que la patencia originaria tiene una esencia determinable - como inmanencia, autoafección, etc. -.
  • Lo cual conlleva, en contra de lo que Heidegger pensaba (cf. Ser y Tiempo, p. 230), que el ser, tal y como Heidegger lo piensa, y la verdad, no sean cooriginarios. La patencia fenoménica, esto es, la verdad originaria, es la más originaria condición de posibilidad para que el ser acaezca. El acaecimiento del ser, en cualquier sentido fenomenológicamente legítimo, depende de la verdad originaria que no tiene esencia ninguna. Por supuesto, uno podrá siempre «pensar» el ser trascendiendo la verdad misma, pero el pensamiento interpretativo que trasciende lo fenoménicamente patente es a la postre dogmático.